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Mientras la refinería aún está ardiendo, las cifras que manejan los expertos, privados y de la propia industria, para la reconstrucción de Amuay pudieran alcanzar los 1.500 millones de dólares.
Esta refinería es la más grande de las tres que conforman el Centro de Refinación Paraguaná (CRP).
La tragedia de Amuay, aparte de su altísimo costo en vidas, podría tener un costo monetario aún más alto del descrito.
Un accidente (por fuga de gas) que arrojó 15 muertos en una refinería texana operada por BP causó daños financieros por más de $1.500 millones en 2005, según el informe de las autoridades estadounidenses.
Es este el punto de arranque referencial que manejan los especialistas para hacer el cálculo mínimo del costo .
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Esas reparaciones en la industria petrolera en todo el mundo son "muy costosas".
Cada "mínimo detalle técnico a reparar" en ese tipo de industria cuesta unos 100 millones de dólares.
Planta de hidrogeno: dañada.
De acuerdo a las evaluaciones preliminares, lo primero que se debe reconstruir es la planta de hidrógeno, afirma una ingeniero venezolana, experta en refinación, que fue despedida de Pdvsa y ahora trabaja en Texas para una de las más grandes petroleras del mundo.
"La planta de hidrógeno externa se acabó", en la explosión, explicó la experta, quien añadió que "además no van a poder arrancar sino algunas plantas", de la refinería de Amuay.
La entrevistada también arrojó dudas sobre el cronograma de arranque de 48 horas ofrecido por las autoridades venezolanas, una vez se haya apagado el fuego.
Otra ingeniera entrevistada, ubicada en la zona de Judibana, matizó un poco el estado de la planta de hidrógeno. "Está dañada, pero no totalmente destruida. Quizás se pueda rescatar, quizás no, eso no se puede determinar aún. Cuando se haga el rearranque es que se verá qué se dañó y qué no," dijo la fuente. La planta de hidrógeno tiene un rol clave: remueve el azufre de los combustibles líquidos. El daño no está confinado a los tanques.
El propio ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, modificó levemente su propio cronograma cuando dijo que la planta volverá a arrancar en las 48 horas posteriores a la extinción total del incendio, es decir, no este lunes, sino dos días después que se apaguen los al menos dos tanques que todavía arden.
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El gerente de CRP, Jesús Luongo, explicó a VTV que Pdvsa estaba implementando una respuesta flexible en el caso de los dos tanques: agua de mar para enfriar las paredes de los tanques y los alrededores de los mismos, espumas especiales para la extinción del fuego según cada tipo de comburente (una para crudo, otra para nafta, etc.) y en algunos casos, dejar que el fuego se extinga, ya que los tanques esféricos son de diseño colapsable. Mientras van ardiendo, van colapsando sobre sí mismos gracias a una serie de estrías en su base, a fin de evitar que el fuego se expanda.
El consenso de los expertos consultados es: Los trabajos no se pueden comenzar en serio hasta que el incendio no se extinga completamente, lo que usualmente tarda varios días.
Hay estructuras que tienen que ser demolidas e inclusive habría que realizar movimiento de tierra, ya que el suelo queda impregnado de materiales inflamables.
La escasez de acero y cemento, complicaría la reconstrucción.