En el estado Lara, los propietarios de panaderías y areperas Venezuela se las ingenian para producir sus productos con los pocos insumos que les aporta el Gobierno Nacional, ya que no les alcanza para cubrir su demanda.
Los trabajadores se ven en la obligación de comprar la materia prima en las empresas privadas para así lograr mantener surtidos sus establecimientos.
La red de distribución de Panaderías Venezuela les otorga un cupo a los vendedores, el cual mensualmente les expende entre 20 y 30 sacos de harina cada uno de 45 kilogramos.
Los productores deben ir hasta la sede de PDVAL en la Zona Industrial III, para comprar los sacos de harina en 248 bolívares. Sin embargo la cantidad suministrada por el gobierno no les alcanza para mantener durante todo el mes los mostradores full de diferentes tipos de panes, por lo que recurren a las empresas privadas y lo compran hasta en 450 bolívares el saco.
“Es muy difícil mantener la panadería con los mostradores full de productos. A diario gastamos entre dos y tres sacos de harina”, señala el señor Pedro Pérez quien posee una Panadería Venezuela en el centro de Barquisimeto.
Además los panaderos señalan que se les hace complicado vender el kilo de pan a 6,90 bolívares, el cual es su precio regulado, así sea comprado directamente a la red de distribución. Esto debido a que el pan es procesado, es decir contiene otros elementos como la levadura, manteca y la mano de obra.
“Al precio regulado es imposible venderlo, no tendríamos margen de ganancia y nosotros debemos cancelar el local, trabajadores, servicios entre otros gastos”, destaca Pérez.
En algunas panaderías Venezuela mantienen los mismos precios que en los establecimientos privados, solo mantienen el precio regulado en los productos que poseen el precio marcado en su caja como los jugos entre otros.
Una situación similar sucede con las Areperas Venezuela a los vendedores la red les otorgan 50 bultos de harina, cada bulto contiene 12 kilos del preciado producto, pero tampoco les alcanza.
Los vendedores también se ven en la obligación de comprar la harina en establecimientos privados, sin embargo aseguran que si poseen un margen de ganancia muy mínimo, pero no les queda de otra que mantener abierto los negocios.
“Es mínimo la ganancia, pero tenemos que luchar y alcanzarnos hasta donde nos arrope la cobija”, afirma Luís Perdomo trabajador de una arepera socialista.
Estos establecimientos expenden entre 600 y 700 areperas a diario. Los comerciantes temen expresar su descontento debido a que pertenecen a redes alimenticias del Gobierno.
Ambos establecimientos trabajan a media máquina, debido a la falta de suministro de materia prima.
Sin problemas
La primera arepera socialista fundada en el estado Lara se encuentra ubicada en la Plaza La Justicia en el centro de Barquisimeto.
El establecimiento móvil fue inaugurado el 7 de julio del 2011, por la alcaldesa Amalia Sáez, quien estuvo acompañada por un grupo de militantes del partido oficialista.
Esta arepera expende entre 800 y 900 arepas diarias y sus encargados afirman que no han tenido problemas con el suministro de su mercancía.
En el local las personas pueden adquirir su “arepita” a tan solo 10 bolívares con su jugo incluido y está abierta de lunes a viernes. Durante los días sábado, la arepera se muda hasta la avenida 20 con Vargas.
“Las arepas son de calidad y baratas, además la atención de sus vendedores también es muy buena. Ellos (vendedores) se han ganado el cariño de todas las personas”, asegura Saúl Puerta quien aprovechó de comerse una arepita.
En el país desde que se comenzaron a inaugurar estos locales en el 2011, se han incrementado y en todo el territorio nacional existen más de mil establecimientos, algunos expenden jugos que también pertenecen a la redes de distribución del Gobierno Nacional.
[Fuente: laprensadelara.com.ve]