Cada 07 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, una fecha en la que se busca promover el bienestar, la calidad de vida y la salud de las personas alrededor del mundo. En este sentido, año tras año se realizan actividades e iniciativas para concienciar sobre la importancia de prevenir ciertas enfermedades.
Antiguamente las enfermedades crónicas eran consideradas «enfermedades de ricos», ya que los países más pobres y sus habitantes sufrían y morían de problemas infecciosos como malaria, tuberculosis y sida, mientras que aquellas naciones con más desarrollo presentaban tasas más altas de enfermedades cardiovasculares, diabetes y accidentes cerebrovasculares. Hoy en día esa situación ha cambiado. Las enfermedades no transmisibles (ENT) son actualmente la principal causa de muerte en todo el mundo, y ocasionan el doble de las defunciones causadas por las enfermedades infecciosas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares, respiratorias, hipertensión arterial, diabetes, obesidad, y cáncer son responsables del 59% del total de 56.5 millones de muertes anuales, y son la mayor causa de muerte y discapacidad en todo el mundo. La buena noticia es que, gracias a la tecnología aplicada a la salud, la medicina biológica ha revolucionado el tratamiento de estas enfermedades que hasta hace pocos años eran consideradas de mal pronóstico.
Los medicamentos biotecnológicos son productos de uso preventivo, como las vacunas, o de uso terapéutico como los anticuerpos mono-clonales, obtenidos a través de complejos procesos biotecnológicos a partir de la manipulación de organismos vivos, así lo explicó el Dr. Carlos Mendoza, hematólogo del Centro Integral de Hematología y Oncología Médica del estado Mérida.
El proceso de creación de los biotecnológicos es bastante complejo, ya que descubrir cada molécula requiere una inversión de más de 1.000 millones de dólares y representa alrededor de 7 millones de horas, por más de diez años de investigación. Se comienza diseñando un determinado código genético para que produzca una proteína específica; este código se introduce en una célula viva, generalmente de una bacteria o mamífero; luego se produce un grupo de células llamado «células madres»; las proteínas obtenidas de este proceso se purifican mediante diversos pasos, con estrictos niveles de control de calidad y, finalmente, la fórmula es guardada en dispositivos especiales que son vitales para que un medicamento biológico sea seguro y estable.
Los medicamentos biológicos cuentan con un mecanismo de acción en el cual el producto es aplicado al paciente e ingresa a su flujo sanguíneo, luego busca e identifica las células dañadas del organismo y actúa sólo en ellas, sin afectar las células sanas.
El Dr. Mendoza acotó que el uso de estas terapias se ha extendido a múltiples enfermedades que son susceptibles a ser diagnosticadas, tratadas y controladas como la hematología, la oncología clínica, la inmunología, la reumatología, la endocrinología, la neurología, la neumonología y la dermatología, principalmente.
La seguridad de los medicamentos biológicos garantiza su efectividad
En comparación con los tradicionales, los medicamentos biotecnológicos no admiten “genéricos” (sustitución de los medicamentos convencionales). Fabricar un medicamento biológico es un proceso sumamente complejo: si cambia en lo más mínimo algunos de sus pasos, el resultado final se altera. Por esta razón, no es posible crear copias exactas de medicamentos biológicos, sino que se habla de productos “biosimilares”, los cuales, aún estando aprobado para tratar una enfermedad, no significa que puedan usarse para sustituir al producto biotecnológico de referencia.
Por la seguridad del paciente, se requiere un marco regulatorio específico que garantice la calidad, la seguridad y la eficacia de los medicamentos biológicos. El especialista explicó que los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pueden emitir opiniones, sugerencias y lineamientos para el tratamiento de las enfermedades, pero las Instituciones con competencia para aprobar o no el uso de un medicamento biotecnológico son las agencias reguladoras de cada país.
En el caso de Venezuela, esa competencia es ejercida por el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”, en el caso de los Estados Unidos de América es la FDA (Food Drugs Administration) y en el caso de la Unión Europea es la EMEA o EMA (European Union Agency). La aprobación de los medicamentos biotecnológicos para su uso clínico y masivo en la población, se fundamenta en la opinión —objetiva, transparente y científica— de un personal altamente calificado que evalúa todas las evidencias arrojadas en estudios de fases pre-clínica y clínica, con la utilización de algún producto biotecnológico en particular, y sobre todo, evaluando la eficacia terapéutica y el perfil de seguridad de cada medicamento biotecnológico.
Conmemorando la buena calidad de vida
En el marco del Día Mundial de la Salud se quiere recordar a aquellas personas con algún tipo de ENT que gracias a los avances de la tecnología médica, hoy en día es posible mantener una buena calidad de vida, al mismo tiempo que recibe el tratamiento indicado para su patología, brindándoles además la posibilidad de aumentar su expectativa de vida.
[Fuente: Prensa Conecta Comunicaciones]