Francois Hollande se convirtió el martes en apenas el segundo presidente vigente de Francia en visitar la ex colonia de Haití, que hace unos 250 años fuera la más redituable de las posesiones francesas debido a sus vastos recursos y la brutal esclavización.
Para el gobierno y la comunidad empresarial de Haití, la visita es una oportunidad para alentar las inversiones y subrayar el progreso conseguido desde que un devastador terremoto en 2010 convirtiera en ruinas gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores. Durante la última semana, el mandatario francés ha recorrido la región, haciendo escalas en las islas francesas del Caribe y Cuba, donde apuntó que su país será “un aliado fiel” mientras La Habana reforma su economía centralizada.
Pero para algunos habitantes de Haití, sumida en la pobreza, la visita de Hollande es un recordatorio de los debilitantes gastos de la exitosa lucha de esclavos en busca de su independencia. En 1825, sacudidos por un embargo internacional impuesto por los buques de guerra franceses, Haití acordó pagarle a Francia una “deuda de independencia” de 150 millones de francos de oro para compensar a los colonizadores por la pérdida de tierra y esclavos. Más tarde se redujo el monto a 90 millones de monedas de oro.
“Los haitianos sabemos que gran parte de la razón por la que sufrimos hoy es porque nos vimos obligados a pagarle a Francia por nuestra libertad. Si no hubiéramos sido castigados hace tantos años por nuestra independencia, tendríamos una mejor realidad”, comentó Jean-Marc Bouchet en medio de una empolvada calle de la capital.
Unos 200 manifestantes y una fuerte presencia policiaca esperaban la llegada de Hollande a la plaza Champ de Mars en el centro de la ciudad, donde se espera que el presidente rinda honores ante las estatuas de los héroes de la revolución haitiana.
Gymps Lucien, estudiante de derecho de 25 años, dijo que Hollande no es bienvenido a menos que llegue con dinero.
Fuente: [AP]