La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, propuso hoy la firma de un pacto nacional contra la corrupción al recibir el aval que refrenda su reelección en el cargo y el inicio en enero próximo un nuevo mandato de cuatro años.
Tras agradecer a la ciudadanía por ser la primera mujer electa jefa de Estado en esta nación en 2010 y convertirse también en la primera en ser ratificada en el puesto, Rousseff destacó la necesidad de «dar un basta a ese crimen nefasto (la corrupción)».
La guerra contra este delito debe ser una acción permanente de todas las instituciones, subrayó al aclarar que no se trata de una cacería de brujas, sino de crear una nueva conciencia de moralidad pública para acabar con ese mal.
Ante un auditorio integrado por los exmandatarios Luiz Inácio Lula da Silva y José Sarney, ministros, magistrados y miembros del Tribunal Supremo Electoral, demandó la firma de un pacto nacional contra la corrupción.
Defendió la condena de las personas implicadas en delitos de soborno, desvío de dinero y otras anomalías con Petrobras, y alertó que los responsables son las personas, no las empresas, ni el país, ni su economía.
La jefa de Estado ratificó que a partir de enero próximo, cuando asumirá su segundo mandato hasta 2018, promoverá una reforma política para impulsar cambios importantes en la nación.
En este sentido, convidó a todas las instituciones a dialogar para buscar un consenso y adoptar medidas que garanticen mayor transparencia y democracia, informó Prensa Latina.
Rousseff auguró que Petrobras, la mayor y más importante compañía de este país, va a superar la actual crisis y su renovación será convertida en energía transformadora para el territorio nacional.
«Petrobras va a continuar siendo ícono de la eficiencia, enfatizó al señalar que esa entidad enfrenta un vigoroso proceso de mejora, sobre todo en sus mecanismos de control y gobierno para frenar las irregularidades».
Tras recalcar Brasil es un país que no tiene miedo de hablar sobre las violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura, los males de la corrupción y la delincuencia financiera, dijo que no se puede permitir que los crímenes del pasado hagan ruido anacrónico en el presente.
La gobernante corroboró su compromiso de perfeccionar el proceso de cambios y progresos sociales, iniciados por Lula da Silva en 2013 e indicó que dejará para el 1 de enero el anunció de medidas para mejorar la economía.
Tras la intervención de Rousseff, la máxima autoridad del órgano electoral, José Antonio Dias Toffoli, descartó un tercer turno electoral en Brasil y llamó a los especuladores a dejar de reclamar otra vuelta comicial.
La presidenta brasileña fue reelecta el 26 de octubre pasado con el respaldo de 54 millones 551 mil 118 electores, concluyó Toffoli.
Fuente [Andina.com.pe]