Se requiere un ajuste de 500 por ciento el monto de venta del combustible para cubrir sus costos de producción. El Ejecutivo estudia un aumento del carburante. Planea hacer consultas públicas sobre el tema. Aún no muestra propuestas de precios.
«Cobrar la gasolina que no se cobra». Esa es una de las metas del Gobierno para «equilibrar la economía». Su concreción implicaría un aumento de 500 por ciento del combustible.
La producción de un litro del carburante cuesta 0,5 bolívares. Pero en el mercado se vende por menos, en 0,07 y 0,09 en los casos de 91 y 95 octanos, respectivamente. Es así como el Estado subsidia la mayor parte.
La subvención del producto representa para el país una carga de tres mil millones de dólares al año, si se considera netamente su costo de producción, asegura Nelson Hernández, experto en materia energética.
El monto del subsidio aumenta a 13 mil millones de dólares por año, si se calcula con base en el costo de oportunidad; es decir, la diferencia entre el precio del mercado interno con el del externo.
Un litro de gasolina en el país se vende en un centavo de dólar, si se toma como referencia la tasa oficial de 6,30; mientras que en el mercado internacional se expende en 83 centavos.
De acuerdo con las estimaciones de Hernández, el Gobierno tendría que elevar el precio del combustible a 0,5 bolívares el litro, para así recuperar al menos el costo de producción, lo que representaría un ajuste de 500 por ciento.
«Si el Gobierno subiera la gasolina a 0,5, el tanque de 40 litros de un carro se llenaría con 20 bolívares», explica el ingeniero. En este momento por surtir un vehículo promedio se pagan tres bolívares.
Argumentos
El tema del incremento lo saca a relucir el lunes Jorge Arreaza, vicepresidente Ejecutivo de la República, apenas un día después de unas elecciones en las que midió fuerzas el gobierno de Nicolás Maduro.
«Vamos a estudiarlo. Vamos a abrir consultas en todo el país con el pueblo, los consejos comunales, las organizaciones, los empresarios privados, con todos los venezolanos. Vamos a discutir las acciones políticas para equilibrar definitivamente la economía».
El funcionario sostiene que se realizará una discusión sobre «comenzar a cobrar la gasolina que n4o se cobra», sin ofrecer mayores detalles de cuándo iniciará el «gran debate» para definir el tema.
Desde hace meses Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y Minería, mencionó la necesidad de hacer una consulta pública referida al ajuste. Argumenta que el combustible en Venezuela es el más barato del mundo.
«Es absurdo lo que se está pagando y es necesario que se dé una discusión porque no podemos despalillar nuestros recursos naturales”, sostiene el jefe de Petróleos de Venezuela (PDVSA), quien critica a los usuarios por usar más gasolina de 95 (la Premium) que de 91.
El precio del carburante está desfasado como consecuencia de 16 años sin incrementos. El último aumento data de 1997, durante el mandato de Rafael Caldera. Desde entonces los costos de producción, distribución y comercialización suben, mientras el monto de venta sigue congelado.
A lo largo de 15 años de Gobierno el fallecido presidente Hugo Chávez se mostró tentado a aplicar el alza, pero es ahora el gabinete de Maduro el que planea finalmente ejecutarla.
Presiones
Mientras el subsidio presiona las cuentas del país, la demanda del combustible en el mercado interno tiende a subir y este año cerrará con un alza considerada «significativa» por PDVSA.
Hasta octubre solo la demanda de gasolina local se ubicaba en 323 mil barriles diarios (b/d), según cifras aportadas en ese momento por Ramírez. El volumen significa un aumento de 7,3 por ciento respecto al cierre de 2012, cuando el requerimiento fue de 301 mil b/d.
Aunque el titular del despacho de Petróleo y Minería asegura que el país tiene la capacidad de cubrir el consumo, el mismo presiona las finanzas de la estatal Petróleos de Venezuela.
El escenario se complica debido a que el Gobierno desconoce la cifra exacta sobre cuánto del combustible no se consume en el mercado interno, sino que se fuga por la frontera hacia Colombia, donde resulta un negocio vender más caro el carburante venezolano.
Fuera de lógica
En el país se paga más por propina al trabajador de una estación de servicio que por llenar el tanque del vehículo. Así, desde el punto de vista económico, es «lógico» un encarecimiento del producto, considera Hernández.
Pero desde la perspectiva política, una realidad que le quita peso y justificación al Gobierno es el hecho de regalarle hidrocarburos a Cuba y vendérselos a bajos precios y con facilidades de pago a las naciones que conforman el convenio Petrocaribe.
«Todos los venezolanos deben cuestionar que se le regalen los barriles a otros países, mientras a nosotros nos aplican aumentos. Lo lógico es que el Ejecutivo arregle las cuentas internacionales, para luego revisar las internas».
Tema sensible
El precio de la gasolina se consideraba un tema sensible en el país, luego de que en 1989 un incremento del combustible desató violentas protestas en Caracas, que quedaron en la historia como el Caracazo.
1997 es el año en que se hizo el último aumento del precio de la gasolina.
[Fuente: informe21.com]