Atraídos por sus bajos alquileres y su vibrante cultura, muchos de los extranjeros que vienen de visita terminan sin querer irse.
«Berlín es una de las últimas ciudades del mundo occidental donde a uno no le exprimen hasta el último centavo», dice Giulia Pines, autora de Finding Your Feet in Berlin.
Hay algunas cosas que los extranjeros deben saber antes de abrir una cuenta bancaria y elegir una escuela para sus hijos. La ciudad, que fue una vez bautizada por su alcalde como «pobre, pero sexy», se reinventa constantemente. Pines describe su primer año en Berlín como el más difícil pero a la vez el más emocionante.
Y si usted está pensando en mudarse a la capital alemana, esto es lo que necesita saber.
Vivienda
El costo de vida relativamente modesto de Berlín, su ubicación en el centro de Europa y sus amplios espacios verdes han atraído a mucha gente de todo el mundo. Alrededor de una cuarta parte de los 3,5 millones de habitantes de Berlín proviene de otro país.
La demanda de vivienda de esta creciente población ha obligado a los vecindarios a aburguesarse, subiendo los alquileres en ese proceso. Desde 2011 hasta 2012, los alquileres aumentaron un 2,4% según BBU, una agrupación que representa al rubro local.
Aun así, si se compara con otras ciudades importantes como Londres, San Francisco y Nueva York, la ciudad es asequible con un precio promedio mensual de alrededor de 300 euros (US$425) por un apartamento de 60 metros cuadrados, según BBU.
Sin embargo, para los extranjeros recién llegados sin un contrato de trabajo en la mano es prácticamente imposible alquilar un apartamento directamente del propietario. Es mejor comenzar subarrendando a corto plazo o compartiendo un departamento.
Evite los sitios internacionales como Craigslist, ya que pueden estar repletos de fraudes y prefiera sitios locales como WG-Gesucht o Immobilien Scout 24.
En Alemania, los alquileres están clasificados según Kaltmiete o alquiler frío, que significa que no incluye servicios públicos, o Warmmiete o alquiler cálido, que tampoco necesariamente incluye todo lo básico. Otros enseres no son parte del contrato.
Una vez que haya establecido un historial financiero en el país, podrá arrendarle directamente al propietario con mayor facilidad. Deberá mostrar su comprobante de ingresos, un cheque de crédito llamado SCHUFA Auskunft y una carta de su propietario actual indicando que usted está al día con el pago del alquiler.
Berlín atrae a viajeros de negocios y bohemios por igual.
Registro
Luego de que tenga un contrato de vivienda, usted tendrá que registrarse con las autoridades locales.
El formulario de registro es necesario para casi todo en Berlín, desde abrir una cuenta bancaria hasta hacerse socio en un gimnasio.
Para evitar largas esperas, haga una cita en la oficina municipal local y lleve su contrato de alquiler, pasaporte y certificado de matrimonio, si corresponde.
Si bien usted debe registrarse durante los primeros 14 días tras llegar a la ciudad, a menudo la gente deja pasar ese plazo límite sin mayores consecuencias.
Cada vez que se mude, usted deberá registrar la nueva dirección.
Idioma
En estos días, es más corriente oír inglés que alemán en las calles de Berlín. De hecho, a menudo muchos extranjeros sobreviven sin aprender demasiado alemán. Barry Baruch, un israelí nativo que se mudó a Berlín hace más de una década, reconoce que su alemán es apenas «OK».
Baruch, un voluntario que trabaja para el grupo InterNations de la red de extranjeros, dice que se las arregla porque tiene muchos amigos extranjeros.
Sin embargo, el alemán básico es necesario para realizar los trámites de la ciudad. Además, aprender el idioma es esencial para aquellos que pretenden quedarse por más tiempo y sumergirse en la vida de Berlín.
Afortunadamente, Berlín está lleno de escuelas de idiomas que van desde los Volkshochschule, o centros de estudio para adultos, hasta las escuelas como el Goethe Institut.
Empleo
Siendo una ciudad tan animada, es sorprendentemente difícil encontrar un empleo corporativo. Dado que muchas empresas dejaron Berlín por Alemania Occidental luego de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad no tiene el mercado laboral tradicional de otras capitales europeas.
Los bancos, por ejemplo, la mayoría de las veces tienen su sede en Frankfurt y las casas de automóviles más afamadas del país se encuentran en el sur de Alemania. Si bien muchas empresas ya existentes o empresas nuevas, como SoundCloud y Bombardier, generalmente contratan personal, a menudo los berlineses desarrollan sus propias carreras profesionales.
Muchos escritores, artistas, fotógrafos e incluso otros profesionales logran llegar a fin de mes con trabajos independientes. Baruch, por ejemplo, originalmente se mudó a Berlín debido a un trabajo temporal y decidió quedarse luego de que la empresa cerró sus puertas. Más adelante, creó una empresa para reparar computadoras y programar software para pequeñas y medianas empresas.
Hoy en día, ese tipo de espíritu emprendedor ha convertido a Berlín en la capital de startups de Alemania, según Berlin Partner, un grupo cuyo objetivo es atraer negocios a la ciudad.
Se estima que el porcentaje de nuevas empresas en Berlín es 50% más alto que el promedio nacional. Actualmente las start-ups son la mejor opción para encontrar un empleo estable.
Además, han fomentado el aumento de los salarios berlineses. Desde el año 2011 hasta el 2012 los ingresos aumentaron un 3,1%, según BBU.
Visa
Los residentes que no pertenecen a la Unión Europea necesitan un permiso para vivir y trabajar en Alemania por períodos largos. Sin embargo, las personas de algunos países como Australia, Estados Unidos y Canadá pueden quedarse hasta 90 días con una visa de turista. Una vez en Berlín pueden solicitar una visa de largo plazo.
Las personas con títulos de posgrado, empleos y abultadas cuentas bancarias tienen cierta ventaja cuando se trata de obtener la aprobación de la visa. Traiga su inscripción, comprobante de ingresos, estados de cuenta bancarios, contratos de trabajo y credenciales académicas al solicitar una visa de trabajo.
Clima
Durante el verano, la gente disfruta del sol en las terrazas de los bares, cerveza en mano.
El ritmo de Berlín cambia con las estaciones. Los inviernos son largos y oscuros mientras que los veranos son suaves y resplandecientes.
Durante el verano, cuando el sol se pone alrededor de las 23:00 horas, las calles de Berlín reviven con un sinfín de festivales y eventos al aire libre.
La gente disfruta del sol en las terrazas de los bares, cafés y cines abiertos.
Los ciclistas aprovechan los 700 kilómetros de vías para bicicletas y los amantes del picnic se amontonan a lo largo de los 2.500 parques públicos y jardines de la ciudad.
En noviembre, cuando el escalofriante invierno llega, todo se torna más sombrío.
En pleno invierno, algunos empleados de oficina sólo ven la luz durante sus almuerzos y la nieve puede no cesar incluso hasta abril. Afortunadamente, hay muchos lugares acogedores donde mantener el calor hasta la llegada de la primavera.
Fuente [Bbc.co.uk]