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Como muchas creencias, comienza con una leyenda que se ha pasado de boca en boca. Al parecer Eva recogió uno al ser expulsada del paraíso, como souvenir del hermoso lugar. Sin embargo, los celtas también llevaban tréboles, debido a que espantaban a los malos espíritus con ellos.
Según las estadísticas, la posibilidad de encontrar un trébol de cuatro hojas es de una en 10 mil. Sin embargo, los has visto y sabes que existen, y lo más importante, que si lo llevas contigo seguro te dará buena suerte. Pero no todo el mundo sabe de donde viene la superstición en torno a ellos, así que intentaremos dar un recorrido histórico sobre el tema.
Orígenes bíblicos y paganos
Como muchas creencias, comienza con una leyenda que se ha pasado de boca en boca. Al parecer Eva recogió uno al ser expulsada del paraíso, como souvenir del hermoso lugar. Sin embargo, los celtas también llevaban tréboles, debido a que espantaban a los malos espíritus con ellos.
La tradición celta se transformó en la creencia medieval de que llevar un trébol de cuatro hojas da la habilidad de ver a las hadas y eludirlas si es necesario. Es por eso que los niños se divertían buscándolos y jugando a cazar hadas.
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San Patricio usó también el trébol, pero de solo tres hojas, para explicar la unión del padre, el hijo y el espíritu santo. Más tarde los dichos populares agregaron que un trébol de cuatro hojas significa fama, riqueza, salud y amor.
La importancia para el granjero
Los tréboles son apreciados por los granjeros, sobre todo porque recogen nitrógeno del aire y lo depositan en la tierra, donde otras plantas pueden alimentarse de él. También son los preferidos como alimentación de los animales. El mejor tipo es el trébol blanco, el cual además es quien tiene la variedad de tréboles de cuatro hojas. Aparece cuando un gen falla en ser suprimido, lo que lo hace una mutación extraña.
Nadie sabe porqué sucede exactamente, y las chances de encontrar uno son bajas, así que por eso se considera buena suerte. Tener uno ya es suerte, porque no es fácil encontrarlos. Es lo que muchos llamarían pensamiento mágico, negando cualquier escepticismo ante las evidencias de suerte.
Fuente: [ojocurioso.com]