Te explicamos por qué quienes tienen el herpes labial suelen padecerlo cada cierto tiempo y cómo podemos afrontarlo de manera natural.
Muchas personas tienen tendencia a sufrir enfermedades de manera repetida que afectan a aquellos órganos que funcionan con más debilidad debido a cuestiones genéticas, malos hábitos, déficits nutricionales, etc.
Uno de estos casos más habituales es el del herpes labial, el cual es más una cuestión estética que un problema importante de salud.
¿Qué es el herpes labial?
El herpes labial es una pequeña ulceración o ampolla que aparece alrededor de los labios como consecuencia del virus del herpes simple VHS-1. En realidad, aunque los más habituales y visibles aparecen en la zona labial, también pueden salir en cualquier lugar del cuerpo.
Suele empezar a notarse con un leve cosquilleo o con un poco de picor y, con el paso de las horas, se puede convertir en una ampolla que causa un escozor importante e incluso dolor.
¿Por qué siempre se repite?
Hay pocas personas que tengan este virus una sola vez en la vida. Lo más habitual es que aparezca cada cierto tiempo ya que, al estar causado por un virus, este permanece en el organismo.
En general, el virus del VHS-1 se contrae en la infancia, ya que su contagio puede estar causado por un leve contacto. Llega al cuerpo a través de la piel hasta instalarse en las células nerviosas de manera permanente.
Cuando suceden algunos factores desencadenantes, el virus se activa y entonces aparece en el labio. También hay otras personas que lo tienen en su organismo pero inactivo o latente.
Factores desencadenantes
No existe una teoría clara de qué es lo que activa el virus. No obstante, se han estudiado algunos factores que podrían influir en su reactivación:
Estrés: El estrés desequilibra el organismo y ataca a las defensas naturales de manera que permite que nuestros puntos más débiles de salud empeoren.
En la mayoría de los casos, el herpes no aparece durante los momentos de estrés, sino justo después, cuando el cuerpo ya se relaja e intenta volver a un ritmo normal.
Infecciones y estados febriles causados por otros patógenos e incluso en otras partes del cuerpo.
Medicación: La toma de algunos medicamentos, en especial de los antibióticos, puede debilitar el sistema inmunitario y facilitar la activación del herpes.
Cambios hormonales: Los más habituales son los relacionados con la menstruación o el embarazo.
Climas extremos: Una exposición importante a la luz solar o a temperaturas fuertes y repentinas puede también aumentar las posibilidades de padecerlo.
Intolerancias alimentarias: A veces nuestro cuerpo no digiere bien algunos alimentos como el gluten, la lactosa, la soja, algunos frutos secos, alguna fruta, etc. En estos casos es difícil de detectar, porque posiblemente no tenemos una reacción inmediata.
Afecciones intestinales: Según algunas investigaciones, el herpes del labio podría ser el reflejo de una inflamación o ulceración en alguna parte de la pared intestinal.
Remedios naturales
Es importante que analicemos estos factores desencadenantes para intentar encontrar cuáles son los que podrían estar afectándonos a nosotros.
Si no lo tenemos claro podemos intentar combatir cada uno de ellos hasta que veamos que el herpes aparece cada vez de manera menos frecuente.
A continuación exponemos algunos remedios naturales que nos ayudarán a prevenir y tratar estos factores:
Levadura de cerveza: Este suplemento funciona como depurativo cutáneo y además facilita el reequilibrio del sistema nervioso.
Equinácea : Esta planta medicinal es una de las más conocidas a la hora de fortalecer el sistema inmunitario. La podemos tomar a temporadas, cuando nos sentimos más proclives a enfermar, o en épocas de cambio de estación.
Propóleo : Este antibiótico natural sube las defensas y fortalece el organismo. Podemos tomarlo o aplicarlo en el herpes.
Zaragatona (Plantago psyllium): Si en nuestro caso puede estar relacionado con problemas intestinales podemos recurrir a esta fibra de origen vegetal que funciona como reguladora y facilita el tránsito sin irritar el intestino.
También deberemos estar muy atentos a la dieta y valorar la posibilidad de realizarnos un test de intolerancias alimentarias.
Si eliminamos de la alimentación los alimentos que no digerimos bien, no solo combatiremos el herpes sino que notaremos una gran mejoría en nuestra salud.
Fuente: [mejorconsalud.com]