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Hace 5 años la comuna de Rapa Nui decidió crear una nueva visión, que fue liderada por la municipalidad y todo su equipo. La misión consiste en 4 letras que coinciden con la palabra amor:
A: En su primera letra habla del plan general de autosustentabilidad de la isla para lograrlo en 20 años.
M: Se refiere a la motivación, porque la sociedad debe estar siempre motivada y eso viene de diferentes ángulos; como el empoderamiento de las personas a través del conocimiento.
O: Se refiere a las oportunidades de optimizar los recursos.
R: Es el cambio que se debe provocar en las personas crear un ciudadano responsable, respetuoso y realizado.
Lo anterior se aplicó en un comienzo buscando que todo lo que se consume sea de manera sustentable, por lo que los desechos que antes eran basura, ahora es un recuerdo. Por ello, fueron capaces de revertir una situación que era 100% desechable a un 42% reciclable.
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Este año en la fiesta costumbrista Tapati se decidió promover una vez más el plan AMOR, por lo que se tomó la determinación de que en la fiesta no debía tener alcohol, con el fin de promover el ambiente familiar y una mayor participación de niños y ancianos.
El alcalde de Rapa Nui, Pedro Edmunds indicó que “el resultado fue que en 16 días de fiesta la cantidad de desechos se redujo de 60 bolsas diarias de 120 litros c/u a 1. Además se observó el cambio de actitud de la gente, en cuanto a reciclar. Todos reciclaban y se llevaban sus desechos. Predominó el ambiente familiar tanto en el dia como en la noche”.
Según indicó, en la isla la mayoría son fumadores, por lo que como municipalidad pusieron a disposición ceniceros de material reciclable, pero la sorpresa fue que no hubo casi nada de cigarros y la gente se inhibió de fumar en público. Sumado a lo anterior, llamó la atención que sin haberlo promovido la misma gente devolvió o prefería no comprar en lugares que daban bombillas plásticas, además de que no hubo atochamientos, debido a que los habitantes prefirieron movilizarse en los buses de acercamiento municipales.
Volvió a la isla la cultura de respeto que se había ido perdiendo en el tiempo, por lo que el plan amor demuestra que es posible lograr un cambio social, en el que no “era necesario tener inspectores ni multas. No se multó nada porque no había necesidad, ya que la misma gente entendió y colaboró”, afirmó el alcalde.