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Como bien se sabe, la mayoría de las religiones no ven con buenos ojos el sexo, pues sólo conciben el acto sexual con el único fin de procrear, ya que disfrutarlo como placer carnal, es considerado pecado.
Los juguetes sexuales santos, les han cambiado la vida a muchos matrimonios. De acuerdo con la investigación que realizó la periodista Allison Yarrow para The Daily Beast, en la última década empresarios cristianos, musulmanes y judíos, se han abierto a la posibilidad de que una vida sexual más activa y placentera puede fortalece el vínculo matrimonial.
Joy Wilson, una mujer que después de dar a luz a su segundo hijo, ya no podía complacer a su esposo, decidió buscar en la red alternativas para mejorar su intimidad, pero sólo encontró páginas vulgares que terminaron por desanimarla.
Por lo que decidió fundar el sitio web Book 22, hace más de 10 años y nombrado así por el libro Bíblico de Salomón. Aquí comenzó a vender juguetes eróticos para fieles cristianos.
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A partir de ese momento ha ido creciendo el mercado, pues otras religiones también han entrado a este rubro, tal es el caso de la página Kosher Sex Toys, de judíos ortodoxos y El Asira, para musulmanes.
Cabe destacar que estos sitios tienen un manejo muy distinto a la de otros sitios eróticos o sex shops, pues cada uno responde a sus doctrinas y principios, por ejemplo, ninguna de las webs utiliza imágenes de desnudos, ni palabras sensuales. Juguetes Kosher Sex, reescribe las descripciones de los productos: La «Mariposa Estimulador clítoris» se convierte, simplemente, en un «estimulador vibratorio.»
En Book 22 utilizan mensajes religiosos: se compromete a «mejorar la vida íntima de todos los hijos de Dios.» Además los productos los vuelven a empaquetar en cajas de plástico simples e incluyen instrucciones adicionales para el cuidado del mismo.
Asimismo, cuentan con restricciones, ya que no venden artículos para sexo anal, condones, vibradores, consoladores o drogas para aumentar el tamaño del pene, porque van contra sus creencias y valores religiosos.
«Los católicos protestaron contra el preservativo, y la comunidad cristiana evangélica es sensible sobre el sexo anal», dijo Wilson.
«Nuestra misión es ofrecer productos que ayuden a las parejas casadas a mejorar sus momentos íntimos sin la intervención de imágenes o textos indecentes»
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Estos sitios han causado polémica, pues muchos fieles no aceptan el uso de los juguetes sexuales y los consideran de mal gusto, pero también han sido aceptados por líderes de sus comunidades.
«La gente religiosa tiene relaciones sexuales como cualquier otra y no hay razón por la cual no tengan acceso a juguetes que hagan sus vidas más satisfactorias», declaró David Ribner, rabino y terapeuta sexual con sede en Israel, que trabaja como consultor de juguetes sexuales Kosher.
Mientras que Abdelaziz Aouragh, de 30 años de edad, hombre de negocios holandés musulmán y quien fundó El Asira, mencionó: «Si un hombre no es capaz de complacer a una mujer en la cama, puede divorciarse de él», haciendo hincapié en la creencia islámica de que «el hombre y la mujer debe llegar a su punto más alto «durante el coito, y que sólo entonces es la» obra está completa».
Es así como los religiosos también desean probar nuevas cosas que los ayuden a mejorar sus matrimonios y vivir más felices sin ir en contra de sus dogmas espirituales. Además de que se calcula que este mercado gana 15 mil millones de dólares al año.
