Cuando en unos años estés viendo las noticias, junto a la oferta de análisis, entrevistas y reportajes posiblemente habrá una opción que diga algo así como «entrar».
Y con sólo hacer clic desde el salón de tu casa podrás sentir pavor tras la explosión de una bomba en una calle de Siria, dolor ante el sufrimiento de los enfermos de ébola en Liberia o conmoción ante la muerte de un inmigrante en la frontera estadounidense.
Esta innovadora propuesta de consumo de noticias se llama periodismo de inmersión y aunque parece muy futurista, está a la vuelta de la esquina, según la académica estadounidense que lo concibió.
Este es un medio super poderoso y la gente todavía no ha estado expuesta a la tecnología
Nonny de la Peña, periodista y académica de la escuela de artes cinematográficas de la Universidad de Southern Carolina, empezó a trabajar en este concepto hace ocho años, motivada en parte por su interés en los derechos humanos.
«Decidimos hacer una experiencia de realidad virtual de Guantánamo Bay porque nadie podía ir allí, ni periodistas, ni abogados, nadie…».
De la Peña cuenta que quiso hacer algo para que la gente pudiera entender qué estaba pasando.
Todo el audio que escuchas es de un evento real
Nonny de la Peña, periodista y académica
Su propuesta combina técnicas de realidad virtual, videojuegos e incluso cine, pero con el propósito de mantenerse lo más fiel posible a la realidad.
Para ello utiliza unas gafas de realidad virtual inalámbricas y un sistema veloz de rastreo del movimiento corporal.
El mundo en tu salón
En el periodismo de inmersión tú entras en la escena de la noticia como tú mismo, no hay avatar, y todo sucede a tu alrededor.
Puedes moverte por la escena, acercarte a la gente, pero no puedes interferir ni interactuar, sólo eres testigo de lo que pasa.
«No puedes cambiar los eventos porque yo te estoy contando una historia que pasó de verdad», dijo De la Peña.
Cada historia de periodismo de inmersión tiene un principio y un final claro y dura varios minutos.
Entre las piezas que De la Peña ha creado hay una que trata el hambre en Los Ángeles y otra que recrea el momento en que Anastasio Hernandez Rojas murió en la frontera entre México y Estados Unidos tras ser golpeado y alcanzado con un taser por la policía fronteriza.
Cada pieza de periodismo de inmersión se apoya en registros reales: fotografías, sonidos, testigos.
Generar estas historias es una suerte de artesanía.
«Uno de los problemas que tengo ahora es que estoy teniendo que recrear todo a mano, haciendo modelos, etc. en lugar de poder filmar».
Pero ese proceso productivo podría acelerarse rápidamente a medida que se perfeccionan y comercializan nuevas tecnologías como las cámaras 360 o las gafas de realidad virtual.
Además, De la Peña cree que nuestros salones pronto estarán ya equipados con la tecnología necesaria para permitir este tipo de experiencias, de la misma manera que incorporamos el sistema dehome cinema o empezamos a dejar espacio en nuestros salones para jugar cómodamente a videojuegos de acción.
¿Pero qué tiene de periodismo?
Antes de dedicarse a la investigación académica Nonny de la Peña trabajó como periodista, corresponsal y documentalista para varios medios en Estados Unidos, entre ellos Newsweek.
«Por eso pude traer ese conocimiento tradicional del periodismo al mundo virtual, a mi mundo tecnológico».
De la Peña dice que concibió el periodismo de inmersión después de participar en una experiencia de realidad virtual en un laboratorio de la Universidad de Barcelona, Event Lab, que exploraba el uso de historias narrativas en la realidad virtual.
«Yo tomé esas ideas y las traje al periodismo».
A primera vista puede parecer que hay poco de periodismo en el concepto que propone.
Pero según De la Peña los valores tradicionales son evidentes sobre todo en el pormenorizado trabajo de investigación para poder reconstruir las escenas al completo.
También está el sonido, puntualiza. «Todo el audio que escuchas es de un evento real».
En la pieza «Project Syria», que se exhibe esta semana en Londres dentro del festival Power to the pixel, «te ponemos en una calle de Alepo cuando estalla una bomba», dice De la Peña.
«Se escucha a una niña cantando y gente en la calle como en un día normal, y después hay un golpe y estalla el caos».
Para recrear ese ambiente, por ejemplo, el equipo de De la Peña extrajo el audio de grabaciones reales en video.
«Ahora mismo no se puede ir a grabar y que suceda algo así y tenerlo todo en tiempo real y además tenerlo de manera que te hace sentir como si estuvieras de pie en la calle».
Según la académica el periodismo de inmersión crea una sensación de presencia que hoy por hoy ningún otro medio puede proveer y puede ser particularmente útil para acercar a la audiencia a temas importantes que le son remotos.
El caso de la epidemia del ébola en África occidental es un buen ejemplo.
Los riesgos de sumergirse en las noticias
El potencial de este tipo de tecnología es abrumador.
Nonny de la Peña empezó a trabajar en el concepto de periodismo de inmersión hace ocho años.
Según Jeremy Bailenson, creador y director del Laboratorio Virtual de Interacción Virtual Humana de la Universidad de Stanford, “la realidad virtual es como el uranio, con el que puedes calentar casas o destruir naciones. Está en nuestras manos elegir las aplicaciones buenas y no las malas”.
Aplicada al género periodístico, le pregunté a de la Peña si no hay riesgo de que esta tecnología convierta el consumo de noticias en un acto tremendamente voyeurista, que además podría fácilmente prestarse a abusos propagandísticos.
«Totalmente», me contestó.
«Sabemos que tanto el texto como el video… todo ha sido utilizado con fines propagandísticos en el pasado».
«Este es un medio super poderoso y la gente todavía no ha estado expuesta a la tecnología».
«Como con cualquier otro medio, hay que animar a la gente a tener un pensamiento crítico y a los periodistas a aplicar los mejores métodos de trabajo».
Fuente [Bbc.co.uk]