Kari Lanuale reside en Nazareth, Pensilvania, Estados Unidos. Un día llegó a su límite de la gordura, simplemente uno de sus pantalones no le entró más y ese mismo día sintió que ya era hora de hacer un cambio drástico en su vida.
Esta es una foto de la época en la que decidió bajar de peso, que oficialmente fue en julio de 2011. Aquí pesaba 136 kilos, su índice de masa corporal era de 43, clínicamente era considerada extremadamente obesa.
Han pasado poco más de tres años y medio y en la actualidad se ve así:
Pesa 70 kilos. Confiesa que llegó al punto de avergonzarse de su apariencia, complejo que no tenía nada que ver con su esposo, él la amaba por quien era. Era un tema pendiente de ella con ella.
¿Cómo lo hizo?
# 1: Redujo el tamaño de sus porciones
«Siempre solía comer hasta que me sentía incómodamente llena», dijo. «Simplemente disminuí mis porciones hasta el consumo normal», prestando atención a las etiquetas pero sin contar las calorías.
#2: Empezó a hacer ejercicio despacio y fue aumentando poco a poco
Empezó a ejercitarse en su casa entre 20 a 30 minutos al día en una bicicleta o en la elíptica. Solo descansaba una vez por semana.
«Al principio bajaba 9 kilos al mes». «Mientras tenía menos peso que perder, se hizo más difícil». Luego, cuando ya se le hizo costumbre se inscribió a un gimnasio local y empezó un entrenamiento de fuerza. «Mi objetivo era perder la mitad».»Casi lo logré. Así que ahora es básicamente mantenimiento. Subía o bajaba un poco. He hecho mucho musculo levantando pesas en el gimnasio».
Ella piensa mantener su peso de 70 a 72 kilos.
#3: La constancia es su mejor amiga
Corre entre 4,8 y 6,4 kilómetros por la noche y hace de 30 a 40 minutos de levantamiento de pesas. «Trabajo la parte superior del cuerpo, luego, a la noche siguiente, la parte inferior».
Convenció a su esposo Nino de que fuera con ella al gimnasio. Él tampoco había hecho ejercicio antes, y desde entonces ha bajado 13 kilos.
Su esposo dijo: «empezaba el día muy enérgica cuando decidió que finalmente había llegado al límite y no ha vuelto atrás desde entonces». «Pensé que ella podría renunciar o aligerar la carga. …En cambio, lo hizo con mayor intensidad. Es realmente asombroso ver cómo cambió».
#4: Consume 16 onzas de jugo (casi medio litro)
No hace mucho, Lanuale comenzó a utilizar un extractor de jugos todos los días, algo que dice, es una parte importante de su programa de pérdida de peso.
Sus bebidas varían, pero normalmente prepara jugos de arándanos congelados, limones, col rizada, espinaca, piña, semillas de lino, brócoli y zanahorias.
#5: Agrega variedad siempre
Una vez que ella controló sus porciones de comida, empezó a añadir más frutas, verduras y proteínas a la cena. Evita los alimentos procesados por completo.
«No como alimentos grasosos ni comida chatarra. Mi estómago ya no lo tolera».
#6: Se regala un día libre
Ella no hace su dieta todos los días. «El viernes es mi día libre. No lo tiro todo por la borda, pero ese es mi día».
Usualmente se toma un café con leche a la semana y sale a cenar. Aun así, pide algo saludable: una ensalada o proteína con un acompañamiento de verduras. Y el helado ocasional.
«Nunca antes había pesado esto ni había estado cerca de este peso en mi vida adulta. Esta no es dieta, es un cambio de vida. Este es mi nuevo estilo de vida y nunca volveré atrás».
Esta no es una historia motivadora, es una historia real.
Fuente [Espacio360.com]