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Los padres debemos tener en cuenta cuales son los alimentos más sanos para nuestros niños, con la finalidad de evitar la obesidad infantil. En muchas oportunidades, no pensamos en las repercusiones en la salud de nuestros pequeños al seleccionar la merienda que les enviamos para el colegio.
Causas, peligros y cómo evitar la obesidad infantil
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que la obesidad infantil dejó de ser una “epidemia” para transformarse en “pandemia”. En muchos países observados por este organismo internacional, la mala alimentación de los niños y adolescentes ha generado verdaderas crisis de salud pública.
No en vano, cuando llevamos nuestros niños al pediatra, suelen repetirnos siempre la misma frase: “No queremos niños gordos”. En el pasado, nuestros padres nos educaron con la mentalidad positiva de que un niño gordito está bien nutrido y goza de salud, pero se trata de una equivocación gravísima.
Un niño o niña con problemas de obesidad y sedentarismo, no solo desarrolla problemas emocionales relacionados con su interacción con los demás, sino también problemas físicos.
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La obesidad infantil conlleva a un efecto negativo de tipo psicológico en su etapa escolar a diario, como es la discriminación, la cual a su vez acarrea trastornos de conducta, angustia, depresión, baja autoestima, aislamiento e inseguridad.
Además, este padecimiento genera en la adolescencia problemas cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer, entre otros. Para evitar estas complicaciones los padres hemos de proporcionar a nuestros hijos una alimentación balanceada, en la cual consuman vegetales, frutas, legumbres, hortalizas, tubérculos y demás.
Otras repercusiones en la salud física de un niño obeso son: apnea del sueño, acentuación de desviaciones en la columna, estrías en la piel, aumento de lesiones en las articulaciones, tensión alta, aumento del colesterol malo, alta concentración de glucosa en la sangre (lo que se traduce en lesiones en el hígado con altas probabilidades de padecer de diabetes) y pie plano.
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La revista Eroski Consumer proporciona una serie de recomendaciones para evitar la obesidad y el sobrepeso en nuestros niños y adolescentes:
1) Servir a nuestros niños cantidades de alimento acordes a su edad, es decir en platos pequeños tomando en cuenta que el tamaño de su estómago es proporcional al de sus piecitos.
2) Darle a nuestros hijos en las tres comidas principales platillos que contengan: hortalizas, frutas y cereales integrales (arroz, pan y pasta integrales).
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3) Proporcionarles leche y productos lácteos con poca cantidad de grasa o sin nata.
4) Prepararles una o dos veces a la semana carne roja o alimentos derivados de ella.
5) Cocinarles legumbres y darles de merienda frutos secos.
6) No comprarles a los niños chucherías ni alimentos con altas concentraciones de calorías.
7) Fomentar la actividad física: esto se logra por medio de salir a ejercitarse al aire libre los padres con los hijos por lo menos 1 hora diaria.
8) Debemos fomentar en nuestros niños el consumo de agua, en lugar de los zumos de frutas para calmar la sed.
9) Hemos de evitar el consumo de azúcar y las bebidas gaseosas.
10) Reducir a menos de 2 horas diarias de observar la televisión, practicar videojuegos o navegar por la superautopista de la información; todo esto para evitar el sedentarismo.
Redacción LeaNoticias.com
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