Pocos hubieran pensado que los inocentes patitos de goma se podrían convertir en un aparato masturbador. Sin embargo, la idea de algún diseñador hoy se vende hasta con distintos looks: Pirata, Bondage, Gatito y Diablillo.
Pero, cuando de gustos sexuales se trata, hay de todo y el erotismo no sabe de formas. Así es que los patitos vibradores de la colección “I rub my duckie” son un éxito en Europa, donde se venden a 22 euros.
Obviamente, estos sex-toys son resistentes al agua y no se ahogan si pasan un buen rato sumergidos, por lo que son ideales para jacuzzi’s y bañeras llenas de espuma.
Los vendedores, además, destacan dos grandes ventajas: son ideales para llevar de viaje por su pequeño tamaño, y su presunta inocencia los podría hacer pasar desapercibidos y así evitar la vergüenza de que alguien los encuentre en tu cajón.
[Fuente: derf.com.ar]