Creo que es hora de que los venezolanos comencemos a desmentir los mitos chavistas; de que cada quien, desde su pequeña parcela, diga las verdades: Que el FMI podría ser un maravilloso aliado para sacar a Venezuela adelante, que las libertades económicas son necesarias para el crecimiento, que un país «rico» no es aquel que tiene recursos naturales, sino aquel en el que su población produce y genera riqueza sin sentirse agobiados, espiados, señalados y amedrentados por el gobierno.
Paso clave para lograr el cambio en Venezuela: Desmontar los mitos chavistas, fue publicado originalmente en EnriqueVasquez.net
Debemos explicar que el FMI es como un banco al que acudes a pedirle un préstamo, te presta el dinero con buena tasa de interés, un plazo de tiempo adecuado pero a cambio te exige que demuestres que puedes pagar.
Mientras que los rusos y los chinos son como una casa de empeños, te dan una miseria, te clavan con los intereses y encima de eso, saben que no podrás pagar por lo que se quedarán con los Bienes que pusiste en garantía que valen mucho más de lo que te prestaron.
Es hora de que seamos proactivos, de recordar que regular los precios de los productos sólo logra que desaparezcan de los anaqueles, que las empresas en manos del gobierno se vuelven ineficientes y corruptas, que el subsidio a la gasolina nos perjudica a todos porque toda energía tiene un precio (que siempre es alto) y no podemos seguir pensando que es gratis.
Llegó el momento de que hagamos saber a todos, cada vez que podamos, que el control de cambio es lo más nefasto que hay, porque hace cada día más pobres a la mayoría de los ciudadanos, mientras enriquece a unas cúpulas corruptas.
Ha llegado el tiempo de que comprendamos que la economía de mercado es la mejor forma de producir riqueza, de que promovamos la libertad de empresa, la libertad de contratar y despedir trabajadores para que así todos seamos más competitivos y por ende nos volvamos mejores, más efectivos y eficientes.
También debemos impulsar que se respete la propiedad privada, para que el dueño de un inmueble pueda alquilarlo sin miedo a perderlo; solo así los que no tienen vivienda podrán conseguir donde vivir mucho más fácilmente. El momento es oportuno para recordar que las invasiones de terrenos no son más que robos.
Debemos promover los valores, la ética y la buena educación, el respeto por las leyes y dejar la viveza criolla a un lado, para ser más responsables con nosotros y con los demás.
Dejemos de dar por sentado que lo público tiene que ser siempre mamarracho, incómodo, insuficiente o de mala calidad. Entendamos que la salud y la educación pueden ser públicas y con altos estándares; pero que «pública» no significa «gratuita», sino subsidiada.
¿Por qué delegar la responsabilidad de un cambio a una sola persona? Lo ideal es que cada venezolano que quiera un cambio, sea constructor de ese cambio; que respete las opiniones ajenas, que deje de insultar o menospreciar al que piensa distinto, que cada uno de nosotros impulsemos y seamos forjadores de la nueva Venezuela, pero para lograrlo tenemos que desmontar uno a uno esos «mitos» que ha construido el chavismo para mantenerse en el poder.
Sólo así, si cada uno de nosotros se convierte en agente del cambio, lograremos tener un país mejor, un país del primer mundo, una Venezuela que sea, de verdad, productiva, eficiente, competitiva y que se convierta en la envidia del continente, para que seamos «el milagro americano» así como en su momento lo fue Japón en Asia.
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