“Barinas es llamada la capital de los ríos porque por su suelo corren entre otros, el Boconó, La Yuca, Apure, La Acequia, Canaguá, Masparro, Curbatí, Calderas, Paguey, Capitanejo, Socopó, Santa Bárbara, Caparo, Uribante y el Santo Domingo, cuyo caudaloso torrente lo convierte en el más emblemático de todos.
El río Santo Domingo nace en la Laguna de Mucubají, Páramo de Mucuchíes en Mérida, y al unirse con el Aracay conforman la presa “General José Antonio Páez” la cual genera mucha energía eléctrica para ambos estados. Posee extensos balnearios que son usados por los moradores del lugar para su esparcimiento y donde pueden hacer rafting.
Cuando salimos de la ciudad de Barinas y queremos conocer en profundidad parte del llano alto venezolano, al llegar a la redoma tomamos hacia la derecha por la carretera vieja que nos lleva a Obispos, un pintoresco pueblo de casas muy coloridas, hoy en día capital del Municipio Obispos, que vive de la cría de ganado y sus derivados así como de la siembra de cambures, plátanos y topochos. Entre sus atractivos se puede mencionar el templo colonial barroco San Nicolás de Bari que data del siglo XVIII.
La esperanza se aviva con todo el verde natural de distintas tonalidades que nos ofrece la naturaleza representada en esos túneles vegetales formados por árboles de inmenso follaje, como convidándonos a brindar con ella por el mantenimiento de ese maravilloso panorama, no permitiendo que ningún agente externo intente desvirtuar lo que el creador estableció en tan apartados parajes.
Solo las garzas blancas osan matizar la espesura y cuales copos de nieve pintan las hojas de su arbusto preferido cuando al despuntar el ocaso vuelven a sus ramas a descansar sus alas hasta el siguiente amanecer.
Embelesados por esta vía de buenas condiciones de asfaltado, divisamos la entrada al muy concurrido balneario Brisas del Río, instalado en el río La Yuca para luego pasar a Barrancas. Atravesando Santa Rosa y Santa Rita llegamos a Sabaneta pueblo natal del fallecido presidente Hugo Chávez.
Comenzando en la redoma de Camoruco, llaman la atención la Casa de la Cultura y las instalaciones del SENIAT. Después La Plaza Bolívar, que está muy bien cuidada. En la calle Bayón se encuentra la casa del ex presidente, pintada de un rosa intenso, la cual actualmente ha sido convertida en Patrimonio Cultural de la Nación.
Hacia el otro lado de la salida del Puente Páez está la represa del Masparro con sus grandes inmensidades donde se realizan competencias deportivas lo que incluye la pesca del pavón.
Si de saciar el hambre se trata, por todo ese camino se consiguen comederos para degustar todas las delicias que nos ofrece la gastronomía llanera donde no faltan las suculentas cachapas con queso y la sabrosísima carne en vara.
Apetitosos se ven también todos los frutos y verduras exhibidas en la vía, muestra de la fertilidad de una tierra muy poco transitada y quizás desconocida por muchos turistas por estar apartada de la vía principal.
Al retomar la autopista José Antonio Páez enfilamos el rumbo hacia el estado Portuguesa y seguimos pasillaneando por estos lares.
Por Gliceria Gil