“Santidad, quiero ser sacerdote de Cristo, un representante de Cristo”, dijo el niño, mientras lloraba de la emoción. Conmovido por sus palabras, el Papa Francisco le respondió: “Voy a rezar por ti, pero te pido que reces por mí. A partir de hoy, tu vocación se concretó”.
A través de las pantallas y desde las barras de seguridad, la gente veía que el niño no quería dejar al Pontífice. Sin embargo, luego de varios intentos, la seguridad del Papa pudo retirar al menor que seguía con lágrimas en el rostro.
Ya en la pista, Nathan, dio varios pasos acompañando al Pontífice, al lado del papamóvil, saludándolo con las manos y enviándole besos. Incluso tuvo que ser consolado por un miembro de la seguridad, hasta llegar a la barrera donde lo esperaba un familiar que lo recibió entre la muchedumbre.
Fuente: trome.pe