Los defensores de derechos humanos en América Latina son víctimas de agresiones, amenazas y asesinatos por parte de autoridades y otros grupos, afirmó hoy la relatora especial de Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de derechos humanos, Margaret Sekaggya.
En un mensaje trasmitido en videoconferencia en Ciudad de México, la funcionaria internacional indicó desde Ginebra que "en muchos países, el precio que pagan las y los defensores de derechos humanos por realizar su trabajo es simplemente demasiado alto".
Sekaggya presentó la versión en español del reporte "Comentarios a la Declaración de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos", el cual está dirigido a proteger a los activistas ante cualquier agresión y amenazas a sus vidas.
Este reporte "sirve como guía básica sobre el derecho a defender los derechos humanos; quisiéramos también contribuir a la creación de un mecanismo nacional de protección para defensoras y defensores en México", dijo la funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Hago un llamado a todas y todos los defensores en México, América Latina y el mundo para ayudarnos a difundir y utilizar la traducción al español del comentario, así como la declaración", enfatizó.
Expresó su confianza en que este reporte sea accesible en todas partes y sea traducido a todos los idiomas posibles.
Asimismo, destacó la necesidad de que las autoridades diseñen un programa de protección a los defensores, los cuales "continúan sufriendo graves violaciones a sus derechos humanos".
Recordó que la relatoría a su cargo ha enviado diversas peticiones a las autoridades mexicanas para que tomen medidas de protección a los defensores y atiendan las denuncias de violaciones a los derechos humanos de los activistas.
Según diversos organismos civiles en los últimos cinco años y medio han sido asesinados al menos 63 activistas defensores de derechos humanos en México.
En marzo de 2008, Sekaggya fue designada relatora especial sobre la situación de defensoras y defensores de los derechos humanos por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
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