El nombre del globo ya dice algo: Super-TIGER (Trans-Iron Galactic Element Recorder). La NASA ha confirmado que este aparato ha batido el récord de permanencia en vuelo de un globo de investigación científica de su tamaño: en total, 55 días, 1 hora y 34 minutos, a una altura de casi 39 kilómetros sobre la Antártida, más de cuatro veces la altitud que alcanzan los vuelos comerciales. El objetivo de la misión era recoger información sobre los rayos cósmicos. Y ha captado tantos datos que los científicos tardarán dos años en analizarlos.
El globo Super-TIGER iba equipado con un aparato que le permitía medir elementos pesados, como el hierro, entre el flujo de rayos cósmicos que bombardean la Tierra desde cualquier punto de la Vía Láctea. La información se utilizará para entender de dónde provienen exactamente estos rayos y por qué contienen tanta energía.
En los 55 días de vuelo, el globo detectó 50 millones de rayos cósmicos. La NASA explica que ha sido posible mantenerlo en vuelo tanto tiempo gracias a los vientos que han soplado durante esos días en el Polo Sur. El Super-TIGER se lanzó el pasado 8 de diciembre y ya está sano y salvo de nuevo en tierra firme.