El lanzamiento de un DNI digital responde al impulso de modernización y transformación digital de la administración española. Tras años de desarrollo tecnológico –el proyecto denominado DNI 4.0 comenzó en 2020– el Gobierno ha dado el paso definitivo para permitir que la identificación oficial pueda llevarse en el teléfono móvil. El objetivo de fondo es doble: por un lado, adaptarse a los tiempos y hábitos ciudadanos (muchos usuarios siempre llevan encima su smartphone más que la cartera), y por otro, alinearse con las iniciativas europeas que fomentan identidades digitales seguras en todos los Estados miembros. Esta medida busca agilizar trámites y mejorar la accesibilidad a servicios públicos digitales, solucionando limitaciones del anterior DNIe (que, pese a incorporar un chip, tuvo escasa utilización en gestiones electrónicas por su complejidad de uso). En definitiva, el Gobierno aprueba este documento digital para facilitar la vida al ciudadano y colocarse a la vanguardia de la identificación electrónica.

¿En qué consiste técnicamente el nuevo DNI digital?
MiDNI en el móvil: El nuevo DNI digital se materializa a través de la aplicación oficial MiDNI para dispositivos móviles. Cualquier ciudadano con un DNI en vigor podrá descargar esta app (disponible en plataformas iOS/Android) y obtener en ella una versión electrónica de su documento de identidad. El proceso para activarlo requerirá vincular inicialmente la identidad con el teléfono: hay que registrarse con el DNI físico válido y sus certificados activos, asociando el número de DNI a un número de móvil mediante códigos de un solo uso para verificación. Este registro puede realizarse mediante la web oficial (midni.gob.es) usando un lector de DNIe, acudiendo a una comisaría (usando los puestos de actualización digital – PAD), o aprovechando la renovación presencial del DNI para solicitar allí mismo la activación digital. Una vez verificada la identidad y descargada la app, el DNI virtual no guarda localmente los datos personales; en cada uso, la aplicación consulta en tiempo real la información al sistema de la Policía Nacional, garantizando que los datos estén actualizados y sean auténticos.
Funcionamiento y seguridad: La aplicación MiDNI permite elegir cuánta información mostrar según la situación. Por ejemplo, se puede optar por exhibir únicamente nombre, foto y edad (para comprobar la mayoría de edad en un control de acceso), una versión básica con los principales datos de identidad, o bien el DNI completo con todos los campos habituales. Tras seleccionar la modalidad, la app genera en pantalla un código QR único y de validez temporal, firmado digitalmente y sellado por la Policía Nacional. Este código actúa como credencial verificable: al ser escaneado por la persona o entidad que solicita la identificación (por ejemplo, mediante otra instancia de la app MiDNI en modo verificador), muestra los datos del ciudadano necesarios para la identificación, asegurando su integridad y evitando cualquier manipulación. Importante destacar que, por diseño, estos datos no quedan almacenados permanentemente ni en el teléfono del titular ni en el dispositivo del verificador, lo que refuerza la privacidad. Gracias a este sistema de QR dinámico y validado contra la base de datos oficial, el DNI digital promete un alto nivel de seguridad frente a falsificaciones, a la vez que ofrece flexibilidad para el usuario al no revelar más información personal de la necesaria en cada contexto.
Principales funcionalidades del DNI digital
El DNI en el móvil tendrá prácticamente las mismas utilidades que el documento físico en territorio nacional, al menos en lo referente a identificarse ante terceros. En esta primera etapa, servirá para acreditar la identidad de forma presencial ante cualquier agente de la autoridad, funcionario o entidad que requiera verificación de nuestros datos personales. Esto abarca multitud de situaciones cotidianas y trámites: desde mostrar el DNI a la Policía o portero de una discoteca, hasta identificarse para abrir una cuenta bancaria, alquilar un vehículo, registrarse en un hotel o recoger un paquete en Correos. También será válido para gestiones más formales, como firmar un contrato ante notario, efectuar escrituras de compraventa, suscribir una hipoteca o incluso ejercer el derecho al voto en unas elecciones, según ha detallado el Ministerio del Interior en la presentación. En resumen, cualquier gestión presencial dentro de España donde hoy se exige enseñar el DNI físico podrá, en teoría, hacerse mostrando el DNI digital en el teléfono, gozando de la misma eficacia jurídica que la tarjeta convencional.
Otra funcionalidad clave prevista –aunque en fase posterior– será la identificación digital y firma electrónica en trámites online. El plan del Gobierno es que el DNI digital no se quede solo en una credencial visual para casos presenciales, sino que evolucione hacia un mecanismo completo de autenticación electrónica. De hecho, la Policía Nacional y la Fábrica de Moneda y Timbre (FNMT) trabajan para que en 2026 la aplicación incorpore certificados o sistemas que permitan validar identidad en internet y firmar documentos electrónicamente con plena validez legal, igual que se hace con certificados digitales o el chip del DNIe. Esto abriría la puerta a realizar trámites administrativos telemáticos (declaración de la renta, solicitudes de becas, presentación de formularios oficiales, etc.) utilizando el móvil, sin necesidad de lectores de tarjetas ni complejos procesos de instalación. Así, el DNI digital aspira a convertirse en un medio universal de identificación, tanto offline como online, integrando en el smartphone la funcionalidad que hasta ahora requería el soporte físico o certificados por separado.
Ventajas: comodidad, agilidad y control de datos
La introducción del DNI digital conlleva numerosas ventajas potenciales. En primer lugar, ofrece una gran comodidad al ciudadano: supone poder llevar la identificación siempre encima en el móvil, sin preocuparse por olvidar el carné físico en casa. Esto beneficiará especialmente a los más despistados, pero en general a cualquiera que prefiera reducir los documentos que carga en su cartera. Además, se agilizarán los procesos de identificación: mostrar un código QR podría acelerar controles de acceso o verificaciones de datos, evitando tener que fotocopiar documentos o apuntar datos a mano, ya que la información puede ser leída electrónicamente al instante. Por otro lado, el sistema permite compartir solo los datos necesarios, fortaleciendo la privacidad: por ejemplo, para comprobar la mayoría de edad en un establecimiento, se puede mostrar solo nombre, foto y fecha de nacimiento, sin exponer domicilio u otros datos sensibles que sí figuran en el DNI físico. Esto representa una mejora en la protección de la información personal.
También es destacable la actualización en tiempo real: dado que la validez se comprueba contra la base de datos oficial, cualquier cambio (como una renovación, cambio de domicilio registrado, o anulación por extravío) se reflejará inmediatamente en el DNI digital. Así se evita la circulación de datos desactualizados. En cuanto a seguridad, el hecho de que los datos viajen cifrados y no permanezcan almacenados fija en los dispositivos reduce el riesgo ante pérdida o robo del móvil: alguien que acceda al teléfono no encontrará el DNI guardado sin más, ya que siempre se requiere generar el código desde la app mediante autenticación (presumiblemente la aplicación estará protegida por PIN o biometría del usuario). Finalmente, a nivel administrativo, el DNI digital es un paso importante hacia la administración sin papeles y más eficiente, previsiblemente ahorrando costes de expedición a largo plazo y facilitando la transición hacia servicios públicos 100% digitales.
Inconvenientes y desafíos de la nueva identificación digital
Pese a sus ventajas, la implantación del DNI digital también conlleva desafíos y algunas limitaciones iniciales. De entrada, no sustituirá completamente al DNI físico. Las autoridades han recalcado que el documento tradicional seguirá vigente y que, por ahora, el DNI en el móvil es voluntario y complementario. De hecho, existen usos donde el digital no será válido de momento, lo que obliga a mantener la tarjeta plástica a mano en ciertas situaciones. Es el caso de los viajes internacionales: para cruzar fronteras o identificarse en el extranjero seguirá siendo necesario presentar el DNI físico (o pasaporte), ya que la versión electrónica no será reconocida fuera de España en esta primera fase. Asimismo, no podrá usarse para trámites en internet inicialmente, ni para actuaciones telemáticas que requieran firma digital o autenticación electrónica avanzada. Estas funcionalidades llegarán en la segunda fase del proyecto en 2026, por lo que durante al menos un año el DNI digital tendrá un carácter limitado al ámbito presencial. Esto marca una diferencia importante respecto al DNIe físico, que sí incluye certificados para operar online; sin embargo, hasta que la app incorpore esa plena capacidad, los ciudadanos deberán seguir recurando a métodos tradicionales (certificados software, [email protected], etc.) para trámites por internet.
Otro desafío es la brecha digital: aunque España cuenta con un alto porcentaje de usuarios de smartphone, hay sectores de la población (personas mayores, menos familiarizadas con la tecnología o sin teléfono inteligente) que podrían quedar rezagados. Al ser voluntario, quien no pueda o no quiera usar el móvil para el DNI podrá seguir utilizando el carné físico, pero existe el riesgo de aumentar la brecha entre ciudadanos digitalmente conectados y los que no. Las instituciones deberán asegurar que la atención al público contemple ambas vías sin discriminar a nadie, y posiblemente emprender campañas de formación o asistencia para quienes encuentren dificultades en la nueva app. En la propia Policía Nacional, responsable de expedir el documento, ha habido retos internos: sindicatos policiales han señalado que la capacitación sobre MiDNI llegó muy justo de tiempo, lo que refleja la necesidad de ajustes organizativos para la transición. También está el riesgo tecnológico: una aplicación móvil a gran escala debe ser robusta ante posibles fallos, ciberataques o saturación del sistema. Si el servicio web o la app fallasen, podría generar contratiempos en identificaciones diarias. Igualmente, depender del teléfono implica que problemas comunes (batería agotada, pérdida o robo del móvil) podrían dejar momentáneamente al ciudadano sin forma de identificarse, algo que habrá que prever (por ejemplo, llevando el DNI físico de respaldo en viajes importantes, por precaución). En resumen, aunque el balance de beneficios es significativo, la implementación del DNI digital requerirá afrontar estos retos para ganarse la confianza y la adopción masiva por parte de la ciudadanía.
Impacto previsto en trámites y ciudadanía
La introducción del DNI digital promete un impacto notable en la forma en que los ciudadanos interactúan con instituciones y empresas. En el corto plazo (2025), se espera que muchos empiecen a utilizar el móvil para identificarse en gestiones cotidianas, lo cual podría agilizar trámites administrativos presenciales. Por ejemplo, en oficinas públicas donde antes había que presentar una fotocopia del DNI, ahora podría bastar con mostrar el código de la app para que el funcionario verifique al instante los datos, reduciendo tiempos de espera. En sectores privados, como la banca, alquileres o comercios que requieren identificación (pensemos en recoger un paquete certificado), el proceso también podría volverse más rápido y cómodo. Además, al permitir demostrar datos personales en cualquier momento, el ciudadano gana en autonomía para realizar gestiones espontáneas sin preocuparse de portar documentos físicos.
En el medio plazo (a partir de 2026), cuando el DNI digital alcance su plena funcionalidad online, el impacto puede ser transformador en los servicios digitales. Con la identidad y la firma electrónica integradas en el móvil, realizar trámites desde casa vía internet será más sencillo para millones de personas, impulsando la utilización de la administración electrónica. Muchas gestiones que hoy requieren certificados digitales poco intuitivos podrían simplificarse con la autenticación mediante MiDNI, incrementando la participación ciudadana en servicios públicos digitales. Esto va en línea con la estrategia de Gobierno Electrónico y puede contribuir a reducir la carga de trabajo presencial en oficinas, descongestionar citas previas y aumentar la eficiencia global de la burocracia. Para la ciudadanía, significa ahorro de tiempo y desplazamientos: se podrán firmar documentos oficiales o presentar solicitudes con un par de clics en el teléfono, algo especialmente beneficioso para quienes viven lejos de capitales administrativas o tienen movilidad reducida.
No obstante, el impacto no será homogéneo de inmediato. Habrá un periodo de adaptación donde convivirán el sistema tradicional y el digital. Durante este tiempo, es crucial la difusión de información: los ciudadanos deberán familiarizarse con MiDNI, aprender a usarla y confiar en su validez. Las autoridades prevén campañas informativas para que la gente conozca esta opción y sus ventajas. Igualmente, los funcionarios y empleados de entidades privadas deberán adaptarse a comprobar identificaciones mediante la app en lugar del DNI físico, lo cual implica cierta curva de aprendizaje. Con el paso de los meses, si la adopción crece y se resuelven incidencias, es de esperar que el DNI digital se normalice como parte de los trámites habituales, marcando un antes y después en la forma de relacionarnos con la administración.
Calendario de implantación y próxima fase
El calendario del nuevo DNI digital ya está en marcha. 1 de abril de 2025: el Consejo de Ministros aprobó el real decreto que regula la expedición del DNI en doble formato (físico y digital). 2 de abril de 2025: tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado al día siguiente, la normativa entra en vigor, dando cobertura legal al DNI en el móvil. Desde ese momento, cualquier persona con DNI puede registrarse y descargar MiDNI para obtener su identificación digital. En paralelo, arranca la primera fase (2025) en la que el DNI electrónico es válido para identificarse en territorio nacional y de forma presencial en los términos comentados. El Gobierno ha otorgado un plazo de 12 meses (hasta abril de 2026) para que todas las administraciones públicas y entidades privadas se adapten al nuevo sistema. Durante este periodo transitorio, la aceptación del DNI digital no será obligatoria –es decir, es posible que algunos organismos o comercios todavía pidan el carné físico mientras actualizan sus procedimientos–, pero tras cumplirse el año, estarán obligados a aceptarlo como documento de identidad válido, tal como subrayó el Ministerio del Interior. Las entidades públicas, en la práctica, ya están preparadas para reconocerlo desde el primer día, y las grandes empresas probablemente se sumarán pronto, pero el margen dado asegura que incluso pequeñas entidades o establecimientos tengan tiempo de integrar la verificación digital (por ejemplo, instalando la app lectora de QR).
La segunda fase del proyecto llegará en 2026, aproximadamente un año después del lanzamiento inicial. En esa etapa se habilitará el DNI digital para todos los usos telemáticos, alcanzando la mencionada “plena funcionalidad” en trámites por internet, operaciones de firma digital y demás actuaciones en línea. Esto significa que, a partir de entonces, MiDNI podrá utilizarse no solo para mostrar datos, sino también para autenticar al ciudadano en plataformas web oficiales y rubricar documentos con la misma validez que la firma manuscrita o el certificado del DNIe. Cabe recordar que el carácter pionero de esta iniciativa sitúa a España entre los primeros países europeos con un sistema de identificación nacional por móvil operativo. Si las fases se cumplen según lo previsto, el DNI digital español estará plenamente implantado en 2026, marcando un hito en la digitalización de la documentación oficial. A partir de ahí, será cuestión de seguir mejorando la plataforma y quizás, en un futuro, integrar este DNI digital con otros documentos (como permisos de conducir digitales europeos) o servicios en una sola cartera digital. Por ahora, la cuenta atrás ha comenzado: el DNI abandona la cartera para alojarse en el smartphone, inaugurando una nueva era en la relación entre ciudadanos y administración pública.
Fuentes: El País (El Gobierno aprueba el nuevo DNI digital, un documento que servirá para identificarse con una ‘app’ en el móvil | España | EL PAÍS) (El Gobierno aprueba el nuevo DNI digital, un documento que servirá para identificarse con una ‘app’ en el móvil | España | EL PAÍS), ABC (Así es el nuevo DNI digital que aprueba hoy el Gobierno: lo que puedes hacer con él y lo que no).