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Bien pelao están los que crean que los cancilleres de UNASUR van actuar de buena fe para evitar que el gobierno de Nicolás Maduro siga violando los derechos humanos de los venezolanos. Eso sería lo mismo que los zamuros son confiables para cuidar carne. Los cancilleres no son autónomos, hacen lo que digan los presidentes los países que representan. Con pocas han demostrado que lo único que les interesa es seguir haciendo negocios con el gobierno de Maduro y seguir recibiendo petróleo venezolano gratis. Son los mismos que negaron la palabra a María Corina Machado en la OEA y actúan como zamuros y chulos de burdeles baratos.
Evo Morales de Bolivia ha recibido millones de dólares en efectivo y petróleo gratis del gobierno de Nicolás Maduro, fue quien picó adelante y dijo que la OEA no era el escenario para tratar el caso de Venezuela y sirve de caja de resonancia para todo lo que dice el gobierno venezolano. Luego tenemos a Cristina Fernández, presidenta de Argentina, cuyo gobierno pago parte de su deuda externa con dólares que le regaló Hugo Chávez. Luego le sigue Surinán, cuyo gobierno recibe miles de barriles de petróleo gratis a través de petrocaribe.
La dupla Lula-Dilma de Brasil con empresarios privados de ese país hicieron con Chávez y ahora con Maduro, negocios supermillonarios que han dejado buenas comisiones a través de testaferros criollos y brasileños. Después tenemos a Pepe Mujica de Uruguay, quien públicamente dijo que lo único que le interesaba de Venezuela era el petróleo que le regalaba Chávez, ahora Maduro. Además una universidad de ese país recibió donación por 10 millones de dólares, mientras las venezolanas reconducen el presupuesto desde el año 2008. Igualmente bancos ese país que estaban quebrados fueron auxiliados con dólares de la chequera venezolana.
Juan Manuel Santos, cuando fue ministro de Defensa de Uribe, mantuvo una posición de cuestionamiento al gobierno de Chávez, pero una vez que fue electo presidente de Colombia, se puso otra franela y a todo pulmón gritó que su mejor amigo era Chávez, y desde esa fecha lo único que le importa son los negocios que hacen los empresarios colombianos con el gobierno de Maduro, donde seguramente recibe buenas tajadas.
El régimen de Guyana, ideológicamente similar al de Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela, apoya todo lo que haga Nicolás Maduro porque ya el gobierno venezolano con el silencio diplomático permitió que terminaran de cogerse la Guayana Esequiba, un territorio de 100 mil kilómetros cuadrados, preñado con riquezas de petróleo, oro y diamantes. Con una plataforma en el océano Atlántico de áreas marinas y submarinas.
Michelle Bachelett en su primer gobierno apoyó por amores ideológicos, todos los atropellos cometidos por Chávez contra los venezolanos, al extremo que el presidente Pérez en una oportunidad le escribió una carta diciéndole que estaba actuando igual que Augusto Pinochet cuando era dictador de Chile. Hoy Bachellet enfrenta una crisis interna de su partido por la posición que tiene la escritora Isabel Allende a favor de los derechos humanos en Venezuela y en respaldo a los demócratas que luchan por la libertad y la democracia venezolana. Isabel Allende es hija del expresidente Salvador Allende, es presidenta del Senado Chileno y no puede ser acusada de agente del imperio norteamericano.
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Perú y Paraguay hasta los momentos mantienen posiciones más o menos “imparciales”, pero no sabemos que pudiera ocurrir en el futuro.
Los venezolanos no necesitamos que ningún extranjero venga a meter sus narices en nuestro territorio, lo queremos es un poco de solidaridad en pago de la que dimos en el pasado para ayudar a restablecer la democracia en los países que estaban pisados por la bota militar y recibir a miles refugiados políticos. En este momento los gobernantes de esos países se han dejado comprar con la chequera de petrodólares propiedad de los venezolanos, pero que maneja Nicolás Maduro.
Gerónimo Figueroa Figuera / @lodicetodo