Nuestra óptica: «Unidad no puede ser solo electoral» Por @lodicetodo

El discurso alrededor de la Unidad Democrática debe ser sincero y lleno de esperanzas para resolver la situación política, económica y social del país, y no ser utilizado como una plataforma electoral para llevar a fichas políticas y amigos de partidos a los cargos de elección popular. Es inaceptable que el país se está cayendo a pedazos, que haya protesta en toda Venezuela por los problemas que afectan a los ciudadanos y el grupo de partidos políticos que ejercen control operativo en la Mesa de la Unidad Democrática solo estén pensando en las elecciones parlamentarias del 2015.

Con el cuento que es necesario lograr una mayoría en la Asamblea Nacional para cambiar las leyes, voceros de algunos partidos políticos dicen que es necesario conservar la unidad y llevar candidatos unitarios para lograr ese objetivo. Sin embargo en la práctica, esos mismos voceros no han sido capaces de defender los cargos de diputados electos con la tarjeta unitaria en 2010. Diputados como Richard Mardo y María Corina Machado fueron despojados de la inmunidad parlamentaria en abierta violación a la Constitución Nacional y los voceros de partidos políticos que integran ese sector, y que hoy se rasgan las vestiduras por la unidad en las planchas parlamentarias de 2015, fueron incapaces de defender con firmeza ese desprecio del gobierno por los electores de esos diputados.

No se puede hablar de unidad cuando los estudiantes, los obreros, los damnificados, las amas de casas y los profesionales protestan en todo el país, y los voceros de partidos que aparentemente controlan la MUD le ponen una camisa de fuerza a la solidaridad militante. No se puede hablar de unidad cuando algunos partidos políticos y personalidades independientes integrantes de la MUD convocan un Consejo de Ciudadanos, son descalificados por quienes mantienen la inercia y la camisa de fuerza a las acciones que la MUD está obligada a ejercer a favor de la ciudadanía. La Unidad no puede ser solo un discurso cada vez que haya elecciones, debe ser solidaridad en todos los terrenos.

No se puede hablar de unidad cuando los actos de los partidos que ejercen control en la MUD, solo son para generar matrices mediáticas y no para enfrentar los problemas y buscarle soluciones. No se puede hablar de unidad cuando los que se autodenominan dirigentes no buscan conectarse con la gente que está allá abajo, en los sectores populares mas necesitados de la ayuda gubernamental, y solo miran al país a través de las pantallas de televisión desde sus oficinas con aires acondicionados. La unidad no puede ser de tres o cuatro partidos solamente, tiene que ser con todos los sectores y el pueblo en general. Si quieren hablar de unidad, deben ensuciarse los zapatos de charcos en los sectores populares.

No se puede hablar de unidad cuando son muy pocos los gobernadores y alcaldes electos con la tarjeta de la Unidad Democrática que trabajan efectivamente para el pueblo. En el Área Metropolitana de Caracas vemos casi a diario a Antonio Ledezma, con los pocos recursos que maneja, entregando tanques de agua, material deportivo a jóvenes para alejarlos de la droga y recursos a comunidades para la construcción escaleras y pasamanos. Igualmente realizando desmalezamiento para combatir el dengue, operativos de vacunación de mascotas y elaboración de documentos por personal especializado a la gente que no tiene como pagar los servicios de un abogado. Eso es una gestión gubernamental, pero no sabemos si eso es capitalizado electoralmente.

No se puede hablar de unidad, cuando ya algunos partidos políticos que fuero favorecidos con la mayoría de los votos en ciertas regiones, usan las tarjetas como franquicias electorales y las han negociado con personajes “importados” o que tienen tiempo alejados de la zona para que encabecen las listas de diputados, irrespetando la opinión de sus bases y la dirigencia media.

La Unidad no puede ser un negocio para quienes están o quieren enchufarse en cargo de elección popular sino para que haya una solidaridad efectiva y militante. Tampoco puede ser una foto de personas que dicen representar partidos políticos, muchos de ellos de maletín

Por Gerónimo Figueroa Figuera