Como Nicolás Maduro creyó que con la farsa del dialogo con algunos miembros de la MUD lograría que los estudiantes bajaran la guardia en sus exigencias al respeto a la Constitución Nacional y la libertad de estudiantes y presos políticos, pero al ver que el tiro le salió por la culata, le ordenó al Tribunal Supremo de Justicia para que inventara una sentencia contra las manifestaciones pacíficas que realizan nuestros estudiantes de acuerdo a el artículo 68 de la Constitución Nacional en todo el país.
Sin dudas, Nicolás Maduro menospreció la autonomía del movimiento estudiantil venezolano y creyó que al reunirse con algunos factores de la MUD, automáticamente los estudiantes dejarían la calle y la protesta. Maduro y los que se reunieron con él, creyeron que los estudiantes podrían ser manipulados pero se equivocaron, olvidaron que los estudiantes no son comprables y que su lucha es para que no los asesinen en las calles por el hampa o tener que abandonar al país, sino que luchan por su futuro en una Venezuela para todos por igual.
Ahora bien, el artículo 68 de la Constitución Nacional tiene dos párrafos claritos que a nuestro juicio, sin que seamos abogados, no ameritan interpretación alguna. El primero dice textualmente: “Los Ciudadanos y Ciudadanas tiene derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establece la ley”. Los estudiantes solo tienen cuadernos no armas, las armas las tienen la GN y los colectivos. La ley sobre partidos políticos en el artículo 43 establece que los ciudadanos y ciudadanas participaran a las autoridades con 24 horas de anticipación el dia, la hora y la ruta de la manifestación para que se tomen las medidas de protección de los ciudadanos. Eso está clarito, por lo que no sabemos de dónde sacó la Sala Constitucional que hay que solicitar permiso, y que debe ser aprobado por la autoridad local.
El segundo y último párrafo del artículo 68 de la Constitución Nacional dice lo siguiente: “Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias toxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público”. Como podrán observar, el artículo 68 de la Constitución Nacional prohíbe taxativamente el uso de armas de fuego y sustancias toxicas en las manifestaciones pacíficas, sin embargo, la mayoría de las personas caídas han sido asesinadas con armas de fuego y con tiros en la cabeza. También se ha comprobado que la Guardia Nacional y la Policía Nacional han usado en las manifestaciones bombas lacrimógenas prohibidas y vencidas, las cuales generan graves problemas de salud en las personas.
Los cinco miembros de la Sala Constitucional tomaron una decisión política al reformar los artículos 68 de la Constitución Nacional y el 43 de la ley de partidos políticos, de manera abusiva se convirtieron en Constituyentes sin la autorización del soberano y legisladores sin haber sido electos diputad os a la Asamblea Nacional. Hay que estar claro que los jueces del TSJ son designados por la Asamblea Nacional, non producto de elección popular, por lo que no están facultados para legislar ni cambiar la Constitución Nacional.
Creemos que llegó el momento de darle un parao a la Sala Constitucional y al Tribunal Supremo en su conjunto, para que deje de cambiar el texto Constitucional, ya lo hizo el 10 de enero de 2013 cuando inventaron lo de la continuidad administrativa para que Maduro siguiera como presidente de la Venezuela sin haber sido electo, y pudiera participar en la campaña como presidente titular, y utilizar de manera abusiva, todos los recursos del poder. Igual hay que darle parao al “Duo Dinámico” integrado por Luisa Ortega y Gabriela Ramírez, que apen as se produce una barbaridad la sentencia que prohibe las manifestaciones o la de la “continuidad administrativa”, inmediatamente salen a justificar y avalar esos adefesios jurídicos, que no son mas que decisiones políticas.
Hay que apoyar y acompañar a los estudiantes en sus luchas y sus manifestaciones, que también son las nuestras.
Gerónimo Figueroa / @lodicetodo