A cada rato y desde cualquier escenario hemos visto y escuchado a José Pepe Mujica, presidente de Uruguay, pedir al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, que suspenda el bloqueo económico a la Isla de Cuba, planteamiento con el que estamos de acuerdo por perjudicar directamente al pueblo cubano, pero en ningún momento hemos escuchado a Pepe Mujica pedir a los hermanos Castro terminar con la dictadura comunista que tienen en ese país desde hace mas 55 años, y mucho menos exigir que respete los derechos humanos de quienes piensan distinto a los dictadores comunistas.
Pepe Mujica con el cuento de defender los derechos humanos de los detenidos que tiene Norteamérica en la prisión de Guantánamo, acaba de firmar un convenio con Barack Obama para llevarse a Uruguay en calidad de huéspedes, a seis militantes del comunismo internacional procesados por terrorismo y asesinatos. Estos presuntos terroristas gozarán de libertad plena en la república de Uruguay sin ser monitoreados para evitar que puedan emprender acciones terroristas en Latinoamérica. Y, lo mejor hasta les dan pasaporte diplomáticos o de comisionados del gobierno para que se muevan con mas facilidad.
Barack Obama, a pesar de ser el presidente de la primera potencia capitalista del mundo, a quienes los comunistas han satanizado como el imperio y el diablo en persona, en algunas oportunidades no oculta sus debilidades de izquierdismo, firmó el acuerdo con Pepe Mujica que entregará el gobierno pronto, lo hizo con la venia y el consentimiento de su socio de coalición y de ideología, Tabaret Vásquez, quien recibirá el coroto en marzo del próximo año. No hay que olvidar que gracias a un sistema electoral vigente Tabaret le entregó a Mujica en 2010 y ahora Mujica le entregará a Vásquez en 2015, quien sin ninguna duda aspirará en 2018.
Para los comunistas, al contrario de los verdaderos demócratas que si creen en la alternancia, el poder no es para servir al pueblo sino para servirse ellos y disfrutar de las mieles y ventajas del estado. Los comunistas diseñaron desde 2006 un sistema para repartirse entre ellos el poder cada cuatro años en Uruguay. Pero sin ninguna duda, parte de la culpa para que los comunistas como Tabaret y Mujica, hayan ganado las elecciones en Uruguay, la tienen los llamados opositores de ese país, quienes son muy parecidos a los venezolanos por mantener aspiraciones muy personalistas, son incapaces de unirse y elaborar un mensaje para convencer al pueblo y echar a los comunistas del poder.
A Pepe Mujica y sus socios del comunismo como Evo Morales de Bolivia, Daniel Ortega de Nicaragua, Rafael Correa de Ecuador, Dilma Rousseff y Luis Ignacio Lula Da Silva de Brasil, tampoco los hemos escuchado nunca pedir que regrese la democracia a Cuba y que se respeten los derechos humanos violados desde el año de 1959 cuando los hermanos Castro tomaron el poder por la fuerza, donde se han mantenido a punta de pisar con la bota militar y agredir con bayonetas al pueblo cuando piden libertad. Estos carajos son comunistas enmascarados con un toque barnizado de democracia.
Tampoco hemos escuchado a Pepe Mujica y mucho menos a sus socios del comunismo en Centro América y Sur América, condenar a los terroristas del medio oriente de Isis, Al Qaeda y Talibanes, cuando han decapitado a periodistas norteamericanos e ingleses, y miembros de grupos humanitarios de otros países que son secuestrados y torturados con el propósito de enviar un mensaje de terror. Tampoco Mujica y sus socios nunca han condenado los ataques de Al Qaeda, Talibanes
y las FARC, contra escuelas donde han asesinado muchos niños inocentes. Para los comunistas los únicos derechos humanos que reconocen, son los de sus militantes.
No hay que olvidar que Pepe Mujica en una cumbre a la que también asistió el difunto presidente, dijo que lo único que él le interesaba era el petróleo venezolano, dando a entender que no le importaba la represión contra los estudiantes que piden democracia.
Por Gerónimo Figueroa Figuera