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A pesar del buen momento mediático y la revitalización que ha visto Nokia en el último tiempo, las cifras no le acompañaron durante los primeros 3 meses del año en curso. La finlandesa reportó hoy una pérdida operativa de 3% durante este periodo.
Entre enero y marzo vendieron cerca de 83 millones de teléfonos móviles, de los que sólo 12 millones fueron smartphones. Entre esos, dos millones resultaron ser equipos basados en Windows Phone, fruto de la alianza que Microsoft y Nokia desarrollaron hace poco más de un año.
Así es: Tras estar disponible durante una buena cantidad de tiempo, y haber sumado más mercados dentro del rango de distribución, la familia Lumia ha llegado a 2 millones de bolsillos alrededor del mundo, a pesar de haber generado gran revuelo e interés de los medios y de personas que ven en estos equipos una alternativa real de cambio de sistema operativo.
Pero las voluntades no parecen ser suficientes para hacer que los números repunten en Espoo.
Tomando en cuenta estas cifras, los equipos basados en Symbian — y en menor medida MeeGo — siguen siendo una buena alternativa para los clientes de la finlandesa, siendo el primero todavía el sistema operativo móvil más usado alrededor del mundo.
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Y lo que viene no parece ser mejor, pues las propias proyecciones de la empresa apuntan a un Q2 igual o incluso peor. Esto sería a causa de “la continua dinámica competitiva de la industria que afectará negativamente a las unidades de negocios de equipos inteligentes y teléfonos móviles, los tiempos, el aumento de la fabricación y de la demanda de nuevos productos en el periodo y el ambiente macroeconómico” reinante en mercados claves para Nokia, explican.
Estas son cifras estimadas por la propia empresa en la previa de su reporte económico del primer cuarto de 2012, el que será entregado en detalle el 19 de este mes.
Sin embargo, no cabe duda que la llegada de los nuevos equipos con Windows Phone y la apertura a nuevos mercados serán claves para saber si la empresa y el sistema operativo consiguen la tracción que Nokia espera para reportar mejoras en sus arcas, dando tranquilidad a la mesa directiva y entregando un sustento económico a las decisiones tomadas con anterioridad.