Pensar que alguien exprese y lleve a cabo su transexualidad con sólo 11 años parece extraño. Sin embargo, es lo que ocurrió con un niño, ahora niña, en los Estados Unidos.
Thomas, hijo adoptivo de Debra Lobel y Pauline Moreno, transcurre un proceso de convertirse en una niña, algo que quería hacer desde que tuvo capacidad de hacerse entender, según afirman las madres, oriundas de California.
La pareja, que adoptó al menor cuando tenía dos años, siempre prefirió a una niña. Pero las mujeres aclararon que nunca lo presionaron para que se convierta al sexo femenino.
De hecho, una de las primeras cosas que les dijo cuando con tres años pudo hablar fue: "Yo soy una niña". Y lo hizo con el lenguaje de señas, porque Thomas sufre un defecto en el habla.
Cuatro años después, trató de mutilarse sus genitales y fue entonces que los psiquiatras le diagnosticaron un trastorno de identidad sexual. El pasado verano comenzó a tomar la hormona que le impedirá experimentar la pubertad como un varón y por la que no desarrollará voz grave y vello facial.
Si bien Tammy está feliz, sus madres enfrentan a fuertes críticas. A menudo, la gente les pregunta cómo pudieron hacer eso, pero ellas les responden con datos como que en el Reino Unido un 50% de los transexuales intentan suicidarse antes de cumplir los 20 años.