Desde el divorcio de Tom Cruise y Katie Holmes, Nicole Kidman habla más abiertamente de su boda con el actor. Después de haber admitido que había pasado por una depresión tras su divorcio, ahora confiesa que Tom no era nada especial en la cama.
En efecto, la australiana ha concedido una entrevista a la revista Harper Bazaar en la que confiesa haber sufrido de su “gloria por asociación” cuando se casó con Tom Cruise y que era desconocida en los Estados Unidos.
Nicole revela después que “no se sentía a gusto con Tom” y que fue su segundo marido, Keith Urban “quien le dio confianza en ella misma”. La actriz añade: “Con ser delicado conmigo y comprendiéndome, me inició en ciertas cosas, mi sexualidad, y ese tipo de cosas”. Cabe decir que Tom, por su parte, no le dio ninguna seguridad.
En otro registro, Kidman no quiso da su opinión sobre la reciente separación de Cruise y de Holmes, y se contentó con decir: “nada que decir públicamente”. Algo nos hace sospechar que a Tom no le va a hacer ninguna gracia esta entrevista.