Emily Camp, una niña de sólo tres años y de la ciudad de Leeds en Inglaterra, sufre una rara enfermedad que poco a poco “cristaliza” sus órganos. El mal, que afecta a 1 de cada 100 mil niños en todo el mundo, se llama cistinosis y genera cristales que se alojan en ojos, hígado, músculos, páncreas y cerebro.
Según informa el sitio Actualidad, aún no existe cura para la cistinosis y sin un tratamiento específico, los niños con esta enfermedad desarrollan una falla renal a los nueve años aproximadamente.
Si los pacientes con cistinosis reciben un trasplante, el nuevo riñón no será afectado nuevamente por la enfermedad, sin embargo sin tratamiento específico, la acumulación de cistina causa complicaciones en otros órganos del cuerpo.
Por desgracia, la cistina se acumula en el organismo no solo de Emily, sino también de su hermana menor, de un año y medio.
Otra persona que padece de cistinosis, Jody Smith, de 35 años, dice que las lágrimas que derrama pensando de su grave enfermedad, son verdaderos ‘cristales’. Y estos "parecen hermosos diamantes, pero para mí son una molestia dolorosa", se lamenta Smith.