Al menos para en el idioma inglés, la palabra más extensa tiene nada menos que 189,819 letras, una longitud que, al pronunciarse, tomó a Dmitry Golubovskiy 213 minutos (o 3 horas con 33 minutos).
El singular vocablo es el nombre de una proteína gigante conocida entre los especialistas solamente como Titin. Según es práctica común en la ciencia, el nombre las proteínas se forma con la unión de los químicos que las componen, lo cual revela que Titin es también la proteína más larga hasta ahora conocida.
La recitación oscila entre el conjuro y el mantra, sonidos que solo son sutilmente distintos y cuya repetición monótona sume en una especie de trance mágico del cual, en cualquier momento, surgirá una entidad proveniente de un universo paralelo.
Después de todo, como sentenciara lúcidamente el gran escritor Arthur C. Clarke, “la magia es solo ciencia que no entendemos aún”.
En el sitio Huffington Post, la transcripción del vocablo.