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Con sus aturdidores graznidos a manera de fiesta muy particular emitidos por el Steatornis Caripensis al salir en bandadas de la cueva con el último rayo de luz solar, nos sentimos sumamente cautivados al mismo momento que, en tinieblas, elevamos nuestros ojos al oscuro cielo para contemplar un espectáculo natural prácticamente inenarrable.
El Guácharo o Pájaro de Aceite del Caripe fue descubierto por Alejandro de Humboldt, en compañía de Aimé Bonpland, en Septiembre de 1.799, cuando visitó la hoy llamada Cueva del Guácharo, Monumento Natural venezolano conocido mundialmente-.
Esta ave posee un complejo sistema de radar llamado ecolocalización el cual le permite desplazarse, salir y entrar a la caverna donde vive, sin tropezar ni con sus paredes ni con los árboles mientras en vuelo nocturno revolotea en busca del alimento para sus pichones.
El guácharo, un ave frugívora que se alimenta principalmente de los frutos de las palmeras y los robles de donde extraen el aceite que recubre su cuerpo, no solo se encuentra en Venezuela sino también en Panamá, Colombia, Guyana, Brasil, Ecuador, Perú, Trinidad y Bolivia.
Vale la pena sentarse en las duras gradas de la placita situada en frente de la entrada de la cueva, en compañía de la estatua de su descubridor, para esperar este maravilloso momento que nos enseña que el Jardín de Oriente, además de sus deliciosas fresas con crema y el sabroso café, tiene mucho que mostrarnos en sus frías pero agradables noches.
Caripe tiene muy bien ganado su nombre de jardín, allí compiten los variados colores de las trinitarias con el amarillo intenso de las margaritas, todos los matices de tulipanes, aves del paraíso, claveles, lirios, cachupinas, rosas, hortensias y hasta flor de pascua, que de manera casi silvestre crecen a la orilla de la carretera haciéndonos el recorrido, tanto de ida como de regreso sumamente agradable.
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A la hora de retornar a nuestro punto de partida, si tomamos la vía hacia Maturín, nos damos un encontronazo de verdor, de lado y lado, representado en todas aquellas extensiones de terrenos cultivados, aprovechando para adquirir naranja criolla, california, lechosa, aguacate, yuca, jojoto, guayaba, berenjena, tomate, lechuga y muchas otras verduras y vegetales.
En el recorrido vamos visitando caseríos y poblaciones, cada uno con su particularidad donde la llanura monaguense da muestras de la riqueza de su suelo.
Guanaguana. Río Chiquito, Manapire, Los Pérez, Aparicio, Buena Vista, Aragua de Maturín, Taguaya, Guayuta, Banco de Acosta, La Orejana, Chaparral, Alto de Castro, La Toscana, son algunas de las localidades que preceden a la capital Maturín, ciudad que últimamente ha logrado un gran desarrollo representado en sus muy bien cuidadas vías, carreteras en buen estado y hasta nuevas autopistas.
Nuestra vista es el límite para gozar de tanta naturaleza.
por Gliceria Gil / @Glimargica