Como si se tratara de un reducido estado policial, un territorio hiperreal con visos de prisión, los parques de diversiones Disneyland impondrán a sus visitantes el uso de un brazalete digital con información personal que, supuestamente, hará su experiencia más interactiva.
Como alguna vez lo advirtió Jean Baudrillard, Disneyland es una especie de reflejo hiperreal de la de por sí singular realidad estadounidense, una operación exponencial sobre el simulacro que propicia el modo de vida capitalista en el cual una minoría vive gracias al trabajo de las mayorías.
En este sentido, no es de extrañar que esta síntesis fantasiosa del «american way of life» adopte algunas de las prácticas que caracterizan ya a la sociedad a la que pertenece, especialmente las que fortalecen el llamado estado policial y de vigilancia sostenida.
MyMagic+ será una banda o brazalete que los visitantes de este popular centro de diversión estarán obligados a portar y que, gracias a la tecnología digital, dará al personal de Disneyland datos sobre el niño o adulto que lo lleve consigo. El pretexto, claro, es el entretenimiento, pues se dice así que si, por ejemplo, un pequeño se acerca a una botarga de Cenicienta, gracias al brazalete esta sabrá el nombre del niño y otros datos personales e interactuará con él de acuerdo con estos.
“Queremos tomar las experiencias pasivas y hacerlas tan interactivas como sea posible”, declaró al respecto Bruce Vaughn, director ejecutivo de Disney Imagineering.