El estudio, dirigido por el investigador de la Universidad pública vasca Santos Alonso, se realizó sobre más de 1.000 personas de diferentes zonas de España y ha sido publicado en la revista Molecular Biology and Evolution (MBE).
Los autores del trabajo han explicado que el hecho de que el ser humano tenga una piel más o menos oscura y un determinado color de pelo es, en parte, determinado por el gen MC1R, cuya evolución en el sur de Europa ha sido estudiada por los científicos.
Este gen, que regula la síntesis de la melanina, es mucho más diverso en las poblaciones euroasiáticas que en las africanas.
Según el estudio, dos fuerzas evolutivas parecen estar actuando sobre el gen MC1R en los europeos del sur.
Por un lado, una presión selectiva tiende a mantener la forma ancestral del gen, que es también la más común en África, es decir, tiende a ir eliminando las mutaciones.
Por otro, una de esas mutaciones, la V60L, que se asocia con la piel clara y el pelo rubio o pelirrojo, aparece en frecuencias más altas de lo esperado.
Los investigadores han estimado la aparición de esta mutación hace 30.000-50.000 años, es decir, después de la salida del homo sapiens de África.
El cambio, según la investigación, pudo resultar muy beneficioso en la adaptación al nuevo medio, ya que la piel clara facilita la síntesis de vitamina D, algo muy necesario cuando, con respecto a África, la radiación ultravioleta es más baja.
“Nuestros datos refuerzan esta idea, aunque se debe seguir investigando”, ha explicado explica Santos Alonso, investigador de la Facultad de Ciencia y Tecnología.
Sin embargo, la mutación resulta estar simultáneamente asociada a una mayor susceptibilidad al melanoma, el tipo de cáncer de piel más peligroso.
“La vitamina D es necesaria para el crecimiento, es muy importante para la correcta mineralización de los huesos y el desarrollo del esqueleto, mientras que el melanoma es una enfermedad que aparece en la época post reproductiva”, ha explicado Saioa López, investigadora principal del artículo.
“De cara a la evolución parece que se está favoreciendo la despigmentación a costa de un mayor riesgo a padecer melanoma en la etapa postreproductiva. Es el precio a pagar por garantizar la supervivencia de nuestra especie”, ha añadido.
[Fuente: EFE]