Arraigado en el pueblo larense, el juego del garrote, arte, deporte y medio de defensa de los venezolanos era practicado- según revelan investigaciones- en todo el país, sin embargo el fuego de esta tradición se fue apagando, sobreviviendo entre los guaros y entre los pobladores de Yaracuy, pues como sabemos esta entidad federal en el devenir histórico estuvo unida y luego se separó del estado Lara.
En ese sentido, el Museo de Barquisimeto dedicará el patio de atrás al rescate de esta tradición y lo denominará Maestro Félix García en honor a este barquisimetano quien este año cumplió 96 años de edad y durante toda su vida defendió, practicó y multiplicó la enseñanza de este. El espacio referido será como una suerte de escuela para quienes desconocen este arte y al mismo tiempo servirá para las prácticas de los aficionados y funcionará los días martes y jueves de 6:30 a 8:00 pm.
Al respecto, Manuel Rodríguez, uno de los pupilos más diestros del maestro García, conjuntamente con otros jugadores avanzados, será el encargado de esta zona de juego, denominada por la tradición patio: “la solicitamos al Museo de Barquisimeto, está ubicado cerca del estacionamiento, en un espacio donde hay gradas, al aire libre es como un anfiteatro, allí las personas tendrán la oportunidad de aprender y practicar, según sea el caso”.
Rodríguez aprendió el arte del juego del garrote cuando contaba apenas con 11 años, “mi papá fue el que me motivó, siempre tuvo el deseo que fuese jugador y estuvo buscando maestros en el Tocuyo hasta que un familiar le avisó que el maestro Félix enseñaba este arte. El maestro también era zapatero y en su negocio tenía un letrero, allí comenzó todo”.
“Después que adquirí cierto nivel en el juego ayudé al maestro Félix a formar otros jóvenes, ahora él no puede por su edad, sin embargo gracias a Dios su lucidez y vista son perfectas, aún puede hacernos observaciones, tiene el tino para decirnos cualquier falla que detecte en cuanto a movimientos”.
Diestro en esta tradición, Rodríguez, en su proyecto de vida comparte su desempeño como Ingeniero Agrónomo en la asistencia técnica y los productos agropecuarios con la práctica y la multiplicación de conocimientos hacia este juego:” desde primaria compaginé mis estudios con el juego del garrote hasta ahora que tengo una empresa”.
A su juicio el juego del garrote es positivo desde tres aspectos en lo “cultural como arte civil autóctono venezolano; desde el punto de vista deportivo porque es una actividad cardiovascular donde se ponen en movimiento todos los grupos musculares favoreciendo la coordinación y desarrollo de los reflejos y como arte efectivo para la defensa contra palos y objetos contundentes”.
Por su parte, Héctor Ramos, originario de Barquisimeto, de 49 años años, instructor del juego de garrote, se refirió los orígenes mestizos de este juego y habló de la época de oro: “se desarrolló bastante en los años 30, 40 y 50 del siglo pasado, pero después empezó un decaimiento del arte y de los jugadores del mismo, que considero era la primera opción de defensa personal que tenían los pobladores de pueblos y caseríos”.
Ramos se inició con el karate shoto-kan, y explica que formó parte de la generación que se integró a la ola de las artes marciales que nos cobijó a partir de la década de los 60. Después, argumenta, que cuando murió su maestro de karate, Rafael Ángel Mejías se quedó sin practicar más nada, solo “corría para maratones". Un día pasaba en carro por una avenida con mi ex-esposa y vi una pelea de machetes, entonces dije que si yo fuera jugador de garrote me defendería a mano limpia y manifesté el deseo de conocer a Eduardo Sanoja de Cabudare”. Entonces su ex-esposa que lo conocía lo llevó con él y allí se inició. Eso fue por allá por el año 1989.
A su juicio este arte ha contado y cuenta con leyendas importantes que han logrado rescatar esta tradición de la extinción, entre estas leyendas menciona a los maestros García – 96 años- ; Sanoja -73 años-; los fallecidos Mercedes Pérez, Baudilio Ortiz y Clarencio Flores.
[Fuente: Prensa IARTES]