Los hermanos Wayne y DeAngelo Mitchell, de 20 y 23 años respectivamente, habían sido detenidos por la policía de Carolina del Sur, y eran trasladados a la comisaría local en la parte trasera de una patrulla. DeAngelo, el mayor, tenía una onza de cocaína oculta en su trasero y, teniendo ya antecedentes penales, sabía que al llegar a la comisaría ambos serían minuciosamente inspeccionados. DeAngelo, sabiendo que por reincidir recibiría una dura sentencia, rogó a su hermano menor que tragase la cocaína para desaparecer la comprometedora onza.
“Te lo vas a comer y lo vas a masticar. Tu no tienes antecedentes, Yo te puedo sacar, Pero yo no puedo soportar otro cargo. Eres mi hermano pequeño. Me van a dar sentencia de por vida.” fue el diálogo que el hermano mayor sostuvo para manipular a Wayne. Posteriormente en el video se aprecia como este se traga la envoltura con cocaína mientras dice “te quiero hermano”. A continuación el joven comienza a tener problemas para respirar y una hora después murió. Ahora DeAngelo no solo enfrenta cargos por tráfico de estupefacientes, también se le acusa de homicidio involuntario.
Y así concluye un oscuro episodio más en la histórica relación del ser humano con la cocaína.