La Mesa de la Unidad Democrática ratifica que las últimas medidas ejecutadas por el régimen de Nicolás Maduro son una clara muestra de la dictadura que viene imponiendo a costa de la violencia y de la violación de los Derechos Humanos.
Las acciones emprendidas, de forma casi simultánea y en la oscuridad, contra dos dirigentes fundamentales de la oposición, Antonio Ledezma y Leopoldo López, evidencian que lo único que le queda para mantenerse en el poder es la fuerza bruta, las armas, para intentar someter a un pueblo que con claridad en dos oportunidades en los últimos 15 días le ha manifestado su rotundo repudio.
La arbitrariedad en la forma que fueron sacados de sus viviendas tanto Ledezma como López se suma a la larga lista de violaciones de Derechos Humanos, que sin duda serán juzgadas en su momento porque como se sabe son delitos de lesa humanidad y por lo tanto no prescriben.
Ni Ledezma ni López han cometido delito alguno. Su único crimen es pensar distinto al régimen, luchar por la democracia y la libertad, pero sobre todo contar con el respaldo de la inmensa mayoría de los venezolanos.
Esto último es imperdonable para aquellos que no supieron dejar de lado sus deseos de poder, olvidándose y aprovechándose de la nobleza de quienes con su apoyo los llevaron a Miraflores.
Ese mismo pueblo que ahora clama por su salida, que hoy lleva 123 días protestando pacíficamente en las calles, y que lo seguirá haciendo hasta ver que en Venezuela reine la democracia, la justicia y la paz.
Desde la Mesa de la Unidad Democrática reiteramos que pese a la persecución y al amedrentamiento que a diario se vive en el país, nos mantendremos firmes en nuestro objetivo de restaurar el hilo democrático.
[Enviado a nuestra redacción por: Prensa Unidad Venezuela]