El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, se mostró hoy partidario de que la Iglesia católica dé la eucaristía a personas divorciadas, asunto que se trató en el reciente Sínodo clausurado el pasado domingo en el Vaticano.
«Los tiempos han cambiado y las familias tienen otros desafíos. Muchas familias de personas divorciadas que se han vuelto a casar tienen un gran sufrimiento y los sacramentos están para ayudar a quien lo necesite», afirmó Padrón hoy en Madrid en un encuentro con varios periodistas.
Monseñor Padrón resaltó que esa cuestión y las uniones entre homosexuales fueron los dos asuntos que más polémica levantaron en ese Sínodo sobre los desafíos de la familia católica que reunió a unos 180 obispos de todo el mundo.
Precisó que en general hubo acuerdo en considerar que una unión entre homosexuales no puede ser equiparable al matrimonio cristiano y que una gran parte de los obispos se mostró dispuesto a que los divorciados puedan recibir el sacramento de la eucaristía.
«Esas tensiones y polémicas en algunos temas reflejan perfectamente el conjunto de visiones que hay dentro de la Iglesia», explicó.
El arzobispo de Cumaná precisó que el Sínodo fue «una experiencia extraordinaria» con representantes católicos de los cinco continentes por lo que tuvo un «carácter universal» y reflejó una amplia «pluralidad cultural».
Destacó que las dos semanas de encuentros se desarrollaron en un clima de «total libertad de expresión», ya que todo el mundo tuvo oportunidad de mostrar sus opiniones e incluso, al final de cada jornada había una hora para tratar cualquier tema, al margen de la agenda del sínodo.
El líder de la Iglesia venezolana indicó que acudir al Vaticano con total libertad de expresión fue precisamente el único requisito que les exigió el papa Francisco, quien tuvo una actitud de escucha, ya que asistió a todas las sesiones pero sin intervenir.
Según contó Padrón, en su intervención de clausura el Papa reafirmó esa disposición al diálogo y el debate al afirmar: «Personalmente, me hubiera preocupado o entristecido si no se hubieran dado esas tensiones o discusiones acaloradas».
Padrón resaltó que el papa Francisco participó en el sínodo «como uno más» y que fue un buen anfitrión que se mostró cercano con todos.
«Bajaba con nosotros al descanso del café como uno más. Lo tomaba como nosotros en un vasito de plástico, nada de tazas de oro», relató. EFE
Fuente [Noticias.yahoo.com]