Han pasado más de 17 años, pero ella lo recuerda como si fuese ayer. El escándalo sexual que protagonizó en el Despacho Oval junto al entonces presidente Bill Clinton en 1998 la ha perseguido desde entonces. En cierto modo, ella también lo ha buscado. Mónica Lewinsky ha comentado en más de una ocasión que la mácula en su historial ha sido imborrable. Pero no tiene ningún reparo en seguir hablando de ello. Durante un discurso en la conferencia de Tecnología, Entretenimiento y Diseño, TED, volvió a desenpolvar su «affaire».
«A los 22 años, me enamoré de mi jefe. A los 24, aprendí las consecuencias devastadoras», declaró la becaria de la Casa Blanca, invitada como oradora para dar una charla sobre el acoso cibernético. Lewinsky se considera la primera persona en ser víctima de este tipo de ataques. Hace 17 años no había una definición de esto. Pero, hoy lo llamamos acoso «online», apuntó
«Me tildaron de zorra, puta, ramera, tonta. Perdí mi reputación, mi dignidad y casi pierdo mi vida. Me conocía mucha gente, pero en el fondo sólo me conocían de verdad unos pocos».
El año pasado ya escribió un largo artículo en Vanity Fair en el que ya expresaba su intención de utilizar su experiencia personal para ayudar a las víctimas de acoso online: ha llegado el momento «enterrar el vestido», escribió. Lewinsky ha participado en numerosos talleres contra del ciberacoso. Y, en esa misma línea, en octubre dio una charla en un congreso organizado por la revista Forbes.
«El paisaje ahora está lleno de historias como la mía, tanto de personas públicas como anónimas», agregó Lewinsky. «Millones de personas, a veces anónimamente, pueden lastimar con sus palabras. Y hace mucho daño», sostuvo.
Fuente [Abc.es]