Hacia principios de los 60 era muy popular una serie de TV llamada The Honeymooners, protagonizada por Jackie Gleason. Hannah Barbera sacó THE FLINTSTONES (Los Picapiedras) como una versión prehistórica de la familia Kramden de aquella serie.
Originalmente se había pensado en el nombre The Flagstone, pero ya había una familia de ese apellido en la tira cómica Hi & Lois.
Hannah Barbera ofrecieron la serie de animación a NBC y CBS en primera instancia, pero ambas cadenas la rechazaron: no querían arriesgarse con un cartoon para adultos. Pero ABC no pensó lo mismo.
Ambientada en la ciudad de Piedradura (Bedrock en el original), las tramas no apuntaban directamente hacia el público infantil sino que tenían chistes para todas las edades, especialmente en la descripción de los mecanismos prehistóricos que imitaban el modo de vida moderno de las personas: los «troncomóviles» (Log-mobile), los automóviles prehistóricos, estaban propulsados «a pie»; la moneda de curso legal era el Piedrólar (Stone-dollar), al que Pedro solía llamar «machacantes» (trashers); el reciclador de basura era un animal prehistórico que comía los desechos sin mucho gusto; el Cuernófono (Horn-o-phone) era el teléfono de la época, etc.
Pronto los Picapiedras se hicieron populares igualmente entre los niños y grandes, quienes disfrutaban especialmente los pícaros diálogos. Un gran mérito de los doblajistas mexicanos, sin duda, cuyas versiones de Los Picapiedras acompañaron a miles de niños Latinoamericanos.
[Fuente: tucomiquita.com]