Un empresario holandés cumplió uno de sus grandes anhelos: construir una réplica casi exacta de la embarcación más famosa de todos los tiempos: el Arca de Noé.
Johan Huibers recortó un trozo del pasado para insertarlo en el presente. Este empresario holandés decidió, después de que su tierra natal sufriera una devastadora inundación en un sueño, construir una réplica del Arca de Noé.
La enorme nave está edificada al lado del río Merwede, en la ciudad holandesa de Dordrecht. El empresario y su mujer han decorado el lugar con figuras de animales de tamaño natural y con una jaula con especies exóticas para que los visitantes puedan interactuar con ellas. Además, Johan, utilizando un método de medición al tanteo, sacó las medidas casi específicas del arca que se menciona en el libro del Génesis.
Algunos visitantes del lugar quedan asombrados con la obra, pero otro grupo la consideran sencillamente un despilfarro sinsentido.