El logo es uno de los principales aspectos en la imagen de cualquier compañía, y se trata de un detalle que le ayuda a consolidar una imagen que se mantiene con el paso del tiempo y les otorga prestigio y presencia. Sin embargo aún los más grandes tienen de vez en cuando la necesidad de cambiar, como Microsoft que luego de 25 años ha presentado un nuevo logo, el primer cambio importante en la compañía de Redmond en su historia (al menos desde 1986, en que salió a bolsa).
Por ello no se han andado con chiquitas y han llegado con un rediseño importante en el que como vemos se ha optado por el color y por un acercamiento importante a lo que es el logo de Windows, sin duda su producto más emblemático y el que ha sido su caballito de batalla en los últimos 20 años, además de parte fundamental para su liderazgo actual.
Así, además de la palabra Microsoft en tipografía Segoe (que dicho sea de paso es de su propiedad intelectual) vemos la presencia de varios colores, algo que llama la atención si tenemos en cuenta que luego de varios años de usarse mucho color en el logo de Windows ahora se ha optado por uno monocromático.
Sin embargo, para Jeff Hansen (gerente general de Estrategia de Marca de Microsoft) ha sido utilizado para demostrar el patrimonio pero también para señalar el futuro de la compañía “con novedad y frescura” y de paso, dar con esos colores la imagen de una compañía que tiene soluciones para usuarios de todas las razas. Y por eso, además de este cambio de imagen de Microsoft cómo empresa también se da el de varios de sus productos más importantes, como Windows Phone o la suite de Microsoft Office, aunque está claro que en todos los casos el núcleo de está transformación ha sido la interfaz de Windows 8, hasta ahora conocida como Metro.
[Fuente: www.visualbeta.es]