Ahí vamos de nuevo… Microsoft ya tiene cancha libre para hacerse de la unidad de dispositivos y servicios de Nokia, pero eso no los detendrá para seguir intentando impulsar Windows Phone entre otros fabricantes. Según diversos reportes, la futura víctima sería Samsung, empresa que hoy en día es líder en Android y que está buscando alternativas para no depender sólo de un sistema operativo.
La idea es que Microsoft le pague a Samsung 1.000 millones de dólares para convencer a la surcoreana de comenzar a hacer más y mejores equipos basados en su sistema operativo móvil, aprovechando así las numerosas mejoras que los de Redmond han integrado a WP e integrarlas al hardware que la empresa surcoreana fabrica.
No sería la primera vez que Microsoft paga por potenciar su ecosistema. Nokia recibió durante el último tiempo los mismos 1.000 millones de dólares para que abrazaran Windows Phone.
Otros partners de hardware que trabajan con Windows Phone son Huawei y HTC, empresas que se han inclinado por Android (tal como Samsung) y que han fabricado muy pocos equipos basados en este sistema operativo con resultados bastante discretos.
La oferta podría sonar interesante en Samsung, pero no precisamente por el dinero… La idea de poder diversificar su oferta de ecosistemas es precisamente lo que la empresa está buscando con el desarrollo de Tizen, un OS que ha visto muchas demoras durante su creación y que quizás en 2014 podría decir presente en smartphones aunque muy inmaduro y con pocas aplicaciones. Abrazar la plataforma de Microsoft como alternativa podría ser una buena forma de comenzar a crear espacio en su catálogo para aparatos Tizen futuros, y como plan B si ese OS termina siendo un fracaso.
[Fuente: Wayerless.com]