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Unas 20 personas realizaron una vigilia en un templo de Chicago (EE.UU.) para pedir por la salud del mexicano indocumentado Elfego Arroyo, quien hace tres meses recibió un trasplante de hígado y se encuentra en estado de coma, informaron hoy líderes de grupos defensores de los inmigrantes.
La vigilia se llevó a cabo la pasada noche en la misión anglicana Nuestra Señora de Guadalupe, del barrio mexicano La Villita en Chicago (Illinois), se informó.
El estado de salud de Arroyo «es bien difícil, los médicos estiman que se hizo todo lo posible y tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir», dijo a Efe el salvadoreño José Landaverde, pastor de la misión.
Según los médicos, la gravedad no se debería a un rechazo del trasplante sino a consecuencias de ataques epilépticos sufridos por Arroyo desde el domingo, que le habrían provocado muerte cerebral.
David Ansell, uno de los médicos que lo atiende en el Centro Médico Rush de Chicago, señaló a la familia de Arroyo que el próximo paso sería desconectarle el respirador.
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«Solamente nos queda rezar y esperar por la misericordia de Dios», dijo Landaverde, que el año pasado realizó una huelga de hambre durante 18 días para lograr que hospitales de esa ciudad realizaran trasplantes gratuitos a indocumentados como Arroyo, que carecen de seguro médico.
Elfego Arroyo, de 38 años, y sus hermanos Lorenzo, de 36, y Francisco, de 40, sufren de una rara enfermedad llamada amiloidosis que heredaron de su madre fallecida hace tres años.
Francisco, el único de ellos con documentos en regla, fue atendido y trasplantado en 2011 por los canales normales.
Lorenzo se encuentra «a punto de recibir un hígado» en el Centro Médico de la Universidad de Illinois en Chicago, informó Landaverde.
Otro inmigrante, Martín Hernández, quien espera un trasplante de riñón, dijo que había concurrido a orar por Elfego Arroyo, «convencido de que Dios está con nosotros».
La activista Hilda Burgos, por su parte, recordó que Arroyo es «un ejemplo de optimismo, aún bajo las peores circunstancias».
«Muchas veces lo vimos llegar (a la misión) agarrándose de las bancas y de las paredes. No le daba pena decir que seguiría la lucha arrastrándose, y muchas veces fue así», agregó Burgos.
Según el pastor Landaverde, en la misión anglicana hay una lista con 40 inmigrantes indocumentados que necesitan trasplantes y no pueden pagarlos, entre ellos la niña guatemalteca Jade Hércules, de 9 meses y con problemas renales de nacimiento.
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Fuente: EFE