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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo prometió hace unas semanas y hoy empieza a hacerse realidad aunque no sin polémica a su alrededor. El Gobierno madrileño inicia este lunes 11 de mayo el reparto gratuito entre la población de la autonomía de siete millones de mascarillas reutilizables KN95 FPP2—herramientas de protección que contienen un filtro de micropartículas, gracias al cual protegen al que las lleva puestas frente a la inhalación de determinados contaminantes en el ambiente, como agentes patógenos, químicos, antibióticos—y lo hace a través de las 2.882 farmacias autorizadas para ello.
Para hacerse con una mascarilla gratis, tal y como han explicado desde la Comunidad de Madrid, los habitantes de la región tendrán que presentar en cualquier farmacia su tarjeta sanitaria o en caso de pertenecer al colectivo de funcionarios mutualistas su DNI o NIE. Así, la petición podrá hacerse en un plazo máximo de dos semanas, por lo que los habitantes de Madrid tendrán que presentar su solicitud para retirar la mascarilla entre el 11 y el 25 de mayo.
Tras esta primera remesa de siete millones de mascarillas que estarán disponibles a partir del lunes en las farmacias, el Gobierno regional asegura que en los próximos días llegará a Madrid un segundo pedido compuesto por otros siete millones de unidades que harán que «en unas pocas semanas, cada madrileño podrá disponer de dos mascarillas en total». En este caso, todavía no han concretado una fecha para la retirada de las farmacias de la segunda unidad.
¿Cuánto duran estas mascarillas?
Según ha comunicado la Comunidad de Madrid, estas mascarillas son reutilizables, por lo que no deberán tirarse tras su uso. De hecho, desde el Gobierno defienden que tienen una durabilidad mayor que las mascarillas quirúrgicas y que su duración en uso es de 48 horas seguidas, por lo que «se puede utilizar en distintas ocasiones a lo largo de varios días cuando se vaya a estar rodeado de otras personas».
Pero, ¿de qué protegen las mascarillas FPP2?
Las mascarillas KN95 FPP2 que reparte la Comunidad de Madrid y en las que ha invertido 32 millones de euros, son EPIs, y tal y como indican las autoridades, utilizadas correctamente «proporcionan un nivel aceptable de protección frente a la inhalación de partículas». Las mascarillas FPP» cuentan con una filtración mínima del 92% y un porcentaje de fuga hacia el interior que no supera el 8%. Así, se suelen usar para protegerse frente a aerosoles de baja o moderada toxicidad y también las hace servir el personal sanitario que atiende «en casos de investigación, probables o confirmados para infección por el SARS-CoV-2″ o las personas que entran en las áreas de aislamiento».
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Críticas desde 15 hospitales
La medida adoptada por el Ejecutivo de Ayuso ha desatado un gran número de críticas entre las que se encuentran la de los jefes de servicio o responsables de medicina preventiva en una quincena de hospitales de la región, quienes han enviado una carta a la Comunidad de Madrid en la que piden que no se repartan mascarillas FFP2 para la población general, porque pueden provocar mayores riesgos, y que se elija en su lugar mascarillas quirúrgicas.
La misiva, a la que ha tenido acceso Efe y que ha adelantado ‘El País’, fue enviada este sábado al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y al nuevo viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, quien sustituye a Yolanda Fuentes, la directora general que dimitió por no compartir la petición de Madrid de pasar a la fase 1. «Por su tamaño y alcance, el uso de mascarillas quirúrgicas es la medida preventiva más adecuada para prevenir este mecanismo de transmisión», aseguran y consideran que la distribución de mascarillas de protección FFP2 “puede confundir a la población y no ayudar al control de la transmisión» poniendo en riesgo «la seguridad y la salud de los profesionales sanitarios”.
