Los hechos acaecidos el pasado domingo en el sector Cotiza de la ciudad capital no son nada nuevo, estos trece años de la llamada revolución han sido de discurso violento que han motivado, directa o indirectamente, a algunos delincuentes a robar, apropiarse de lo indebido, lesionar y hasta quitarle la vida a personas indefensas, para luego de sus cinco minutos de fama que les da el centimetraje mediático pasar a los anales de la historia como los tristemente celebres "héroes de la Patria Socialista".
Este tipo de atropellos ocurren todos los días, pero en estas pocas líneas solo citaremos algunos casos emblemáticos en nombre del proceso: en la Plaza Altamira el “caballero” –como lo calificó Chávez- Joao Gouveia, descargó toda su ira con balas asesinas en la humanidad de hombres, mujeres y niños en momentos que escuchaban música de templete, hoy día se encuentra confinado en los sótanos de la Disip condenado a 30 años; este tipo de eventos se regresan como el búmeran, es que definitivamente la historia es una sola, fíjense de los casos del tristemente célebre Luis Tascon, quien subió la popularidad revolucionaria con el tema de lista del Apartheid, pero después que hizo mucho ruido a Chávez le "ladillo" y mando a enterrarla; de igual forma con el General Eructo Acosta Carles a quien le toleraron todo tipo de sinverguezura, hasta que la DEA lo relaciona directamente con el Narcotraficante Walid Makled y se acabó el frenesí revolucionario; a la Comandante Manuit la utilizaron como la pionera de las invasiones en los edificios caraqueños y después que hizo el trabajo a favor del proceso la metieron a patadas a los calabozos del Helicoide, o sin ir muy lejos la difunta Lina Ron, quien libró incalculables batallas y al momento de pasar factura el mismo Chávez le clavó el hacha, el prófugo Valentín Santana del colectivo La Piedrita al que le financiaron sus andanzas, incluso hasta una estatua de Marulanda develó en el 23 de Enero con Freddy Bernal y ahora anda huyendo; y de la alta dirigencia política es imposible dejar de nombrar al “salvador” de la Refinería Puerto La Cruz y los Buques Petroleros, Gobernador Ramón Martínez, quien se encuentra exiliado; el “Magistral” combatiente y primer defensor de Chávez durante el golpe de Estado, Gral. Raúl Isaías Baduel, “encanao” en la cárcel de ramo Verde y como dignos ejemplos de falta de principios los vende Patria Arias Cárdenas y Didalco Bolívar, con quienes el primer mandatario pasó coleto y hasta que no se arrastraron como boas y pidieron perdón, no los dejaron circular en el País.
Ya la época en que mataban a la gente por pensar distinto paso, el debate es la democracia, y lamentablemente no creemos que los irresponsables que hoy día gobiernan y llevan el país al abismo cambien de parecer, las declaraciones emitidas por el Ministro del Interior en vez de calmar las aguas, alimenta a los delincuentes tarifados por el gobierno a seguir con su gesta maquiavélica, y peor aun la estupidez del Vice-Presidente Elías Jaua quien manifestó que Capriles se encuentra en una campana electoral a destiempo, cuando Chávez utiliza las cadenas interminables de radio y televisión para promocionarse, para discutir problemas internos del PSUV, para cantar, para echar chistes, para inventar anécdotas, para caernos a cobas, en fin el colmo del descaro.
Esperemos que los compañeros que creen que son protegidos hasta cuando cometan cualquier atrocidad, reflexionen y depongan sus actos criminales, ya que tarde o temprano la justicia llega sin ver colores. En el mismo orden de ideas es importante que hagan una evaluación exhaustiva sobre la forma de vida de los gobernantes actuales, que comparen a la persona humilde que eligieron con los impenetrables engreídos de hoy en día; paséense un minuto por internet y chequeen las riquezas de la familias Chávez, Cabello, Ramírez, etc., y cotejemos eso con las mejoras que se han recibido en nuestros barrios, pueblos o caseríos, este gobierno como todos, pasará, y los descendientes de los boliburgueses tienen su vida asegurada en diferentes latitudes del mundo, pero nuestra gente y nuestras necesidades quedan.
Por @Emilio_Guzman