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El nuevo calendario que se ha marcado Artur Mas y sus colegas independentistas para la secesión de Cataluña no inquieta al Gobierno. Es más de lo mismo. Por eso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido claro y escueto cuando se ha referido a este asunto: «Ningún Gobierno va a autorizar la ruptura de la soberanía nacional» y la unidad de España, ha advertido.
Rajoy se ha reunido con el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, en el Palacio de la Moncloa, para tratar la política de la vecindad sur de la Unión Europea. En la reunión han valorado la Cumbre del Mediterráneo que se celebrará en Barcelona el 13 de abril, a iniciativa del Gobierno de España. «El Gobierno español vuelve a situar a Barcelona en el centro político de la Unión Europea», ha destacado Rajoy.
En la rueda de prensa posterior, se le ha preguntado al jefe del Ejecutivo por la hoja de ruta que han pactado CiU y ERC para declarar la independencia en 18 meses, si ganan las elecciones del 27 de septiembre en Cataluña.
Rajoy ha recordado que hay elecciones anunciadas, no convocadas, y además serán autonómicas, para elegir un Parlamento regional. A partir de ahí, ha insistido en que la ruptura de la soberanía nacional y la secesión no se va a lograr porque no la va a autorizar ningún Gobierno. Al mismo tiempo, ha propuesto trabajar por la concordia y un proyecto de convivencia.
El presidente del Gobierno cree que esta «nueva hoja de ruta», que llega después del fracaso de las anteriores, es «mala» para el conjunto de los catalanes, de los españoles y para España. Mala en el fondo, ha precisado, porque va contra el sino de la historia, rompe los lazos que nos unen desde hace muchos siglos y obliga a muchos catalanes a dejar de ser españoles y europeos.
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Pero a su juicio es mala también en el forma, porque «supone saltarse la legislación vigente». En ese sentido, ha subrayado que en España la ley está por encima de consideraciones particulares y afecta a todos por igual.
Fuente [Abc.es]