Líderes estudiantiles de las protestas en favor de la democracia en Hong Kong advirtieron el miércoles que si el líder del país no dimite al final de este jueves intensificarán sus acciones, incluyendo ocupar varios edificios importantes del Gobierno.
Al elevar sus intenciones en el conflicto, los líderes estudiantiles están arriesgándose a otra ronda de enfrentamientos con la policía que, probablemente, impedirá que tomen por la fuerza edificios gubernamentales.También aumentan la presión sobre el gobierno chino, que hasta el momento ha permanecido en silencio y prefiere dejar que el mandatario de Hong Kong, Leung Chun-ying, gestione la crisis.
Los estudiantes, que han jugado un papel clave en la organización de las protestas para lograr reformas electorales más amplias, darían la bienvenida a una oportunidad de hablar con un funcionario del gobierno central chino, manifestó Lester Shum, vicesecretario de la Federación de Estudiantes de Hong Kong, en rueda de prensa.
«Sin embargo, les pedimos que vengan a la plaza y hablen con las masas», señaló Shum. «Éste es un movimiento de los habitantes de Hong Kong, y no está liderado por ningún grupo en concreto».
Shum pidió que Leung dimita como fecha límite a final del jueves, y añadió que los estudiantes no tienen ningún interés en hablar con él.
«Como el gobierno ordenó a la policía disparar 87 rondas de gas lacrimógeno a los manifestantes, no hay espacio para el diálogo. Leung Chun-ying debe dar un paso atrás. Si no dimite para mañana (jueves) iremos un paso más allá en nuestras acciones, como ocupar varios edificios gubernamentales importantes», advirtió, al mismo tiempo que añadió que no tomarían lugares «esenciales», como hospitales y oficinas de bienestar social.
Los manifestantes se oponen a la decisión tomada en agosto por Pekín de limitar las reformas electorales, requiriendo que los candidatos para las primeras elecciones directas del máximo responsable de la ciudad -que se celebrarán en 2017- sean supervisados por un comité de élites locales mayoritariamente partidarios del gobierno central similar al que escogió a Leung para el cargo. Además, consideran que China está dando marcha atrás a la primera de que el nuevo jefe ejecutivo sería elegido por «sufragio universal».
Las protestas suponen el reto más severo a la autoridad de Pekín desde que China tomó el control de la antigua colonia británica en 1997.
Fuente [Infobae.com]