Pasar muchas horas al volante de un automóvil acarrea lesiones y enfermedades que pueden costarnos la vida. Los profesionales del transporte son los que más sufren sus consecuencias.
Conducir un automóvil parece una tarea sencilla y sin consecuencias para nuestro organismo, pero los malos hábitos y el exceso de horas al volante pueden ocasionar importantes lesiones y enfermedades que influyen en nuestra seguridad vial.
Lesiones de espalda, de cuello, problemas cardiovasculares, trastornos digestivos y alteraciones de sueño figuran como los principales problemas que afectan a los conductores profesionales.
Así se refleja en el estudio "Seguridad y Salud para Conductores de Mercancías", elaborado por la Fundación Mapfre, en colaboración con el Centro de Estudios de Prevención y Salud Laboral (CEPSAL) y la Asociación de Especialistas en Prevención de Riesgos Laborales (AEPSAL).
Múltiples enfermedades
Este estudio establece que las enfermedades que más afectan a este colectivo son "las de origen cardiovascular, trastornos del sistema locomotor, enfermedades respiratorias, úlceras gástricas y una serie de alteraciones relacionadas con la falta de ergonomía en el puesto y una carga mental excesiva, que provocan problemas posturales y alteraciones del comportamiento".
Para Julio Laria, director general del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, el conductor profesional realiza un "trabajo muy exigente" y sobre el que hay que vigilar muy de cerca su sobrepeso.
Para Laria, el sobrepeso y el sedentarismo son dos aspectos que influyen de manera determinante en la aparición de problemas de somnolencia, cardiovasculares, posturales y digestivos. "Lo más recomendable es mantener un peso razonable, tener una dieta lo más ajustada posible para evitar el sobrepeso y que no degenere en otras enfermedades".
La mayoría de enfermedades que desarrollan estos trabajadores, vinculadas a su profesión, están relacionadas con movimientos repetitivos y posturas sostenidas (tendinitis o epicondilitis), con el sedentarismo (alteraciones cardiovasculares), con alimentación inadecuada (trastornos digestivos) y hábito tabáquico y alcohólico (bronco y cardiopatías).
Además, los conductores de mercancías sufren otro tipo de lesiones cuando realizan trabajos anexos a su actividad principal. Estas son: dislocaciones, esguinces y torceduras, así como heridas superficiales, ocasionadas principalmente por manipulación de todo tipo de carga.
Demasiado tiempo conduciendo
Desde la Fundación Mapfre aconsejan "realizar pausas para hacer estiramientos, relajar los músculos, cambiar la posición del cuerpo en los descansos, y estirar los músculos suavemente para evitar contracturas".
Realizar ejercicio físico de forma habitual, reducir el consumo de alcohol y tabaco, y mantener hábitos alimenticios saludables están entre las recomendaciones que deben seguir los conductores para evitar enfermedades cardiovasculares.
Desde el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre trabajan en la elaboración de planes preventivos para concienciar a las empresas y sensibilizar a los conductores para que vigilen su salud, además de la conveniencia de elaborar un listado de enfermedades profesionales para poder establecer una posible relación con algunos de los accidentes viales laborales que se producen.
Para el director general del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, los fabricantes de automóviles han trabajado mucho en ergonomía y en protección de determinadas partes del cuerpo de los conductores. "Se ha progresado mucho en cuestión de cuello y cabeza, partes que más sufren en caso de accidente", apunta Laria quien reclama más y mejores áreas de descanso para estos profesionales.
La fatiga
Precisamente, el descanso es un aspecto a vigilar por un colectivo que sufre un gran estrés laboral por causas como la adaptación a diferentes horarios, largas estancias fuera del domicilio particular, el aislamiento y el riesgo a sufrir accidentes.
"Si a esto se le suma el cansancio físico, descubrimos que la población de conductores de mercancías está expuesto a un alto grado de fatiga mental", apunta el estudio de la Fundación Mapfre, pero si dicho cansancio es acumulativo y las causas que lo producen no desaparecen "puede desembocar en un cansancio crónico", más complejo y del que no es posible recuperarse con un simple descanso.
A esta fatiga se ha sumado en los años el "estrés perceptivo del conductor", provocado por el exceso de información percibida en el panel del vehículo (velocidad, revoluciones del motor, temperatura interior/exterior, GPS, etc.), "información de gran utilidad para la toma de decisiones pero que podría llegar a saturar los canales de atención y percepción", apuntan desde la Fundación Mapfre.
[Fuente: EsMas]