El referéndum sobre el estatus político de las islas Malvinas anunciado para el próximo año se celebrará "en el mes de marzo", aunque el día está "aún por determinar", confirmaron fuentes de la Asamblea Legislativa del archipiélago.
El objetivo de esa consulta, cuya celebración se anunció desde Port Stanley para el 2013 el pasado 12 de junio, es "mostrar muy claramente a la comunidad internacional que los residentes de las Islas Malvinas que viven aquí desde hace muchas generaciones tienen derecho a determinar cómo son gobernados", afirmó Mike Summers, uno de los ocho miembros de su Asamblea autónoma.
"Ése es el propósito del referendo: Que la comunidad internacional comprenda cómo piensan los isleños", matizó Summers.
Este miembro del parlamento malvinense desveló que "la pregunta que incluirá el referéndum aún no se ha formulado y en ello trabaja ahora la Asamblea Legislativa", pero se hará pública "tan pronto esté definida".
El resultado del plebiscito se anunciará "al poco de celebrarse, pues el recuento de los votos no llevará mucho tiempo, y estará listo la misma tarde de la fecha en que se celebre la consulta", según Summers.
En la votación podrán participar "todos aquellos que estén inscritos en el registro electoral", indicó.
El pasado 12 de junio, las Malvinas anunciaron de forma inesperada la celebración el próximo año de una consulta sobre su "estatus político", de la que Londres espera que deje claro al mundo, y en especial a Argentina, que los isleños quieren mantener la soberanía británica.
El anuncio fue realizado en Puerto Stanley por Gavin Short, el presidente de la Asamblea autónoma de las Malvinas, a dos días de cumplirse 30 años del final de la guerra que enfrentó al Reino Unido y Argentina, cuyo aniversario tensó la relación entre ambos países.
En ese archipiélago del Atlántico Sur cuya soberanía reclama Argentina desde que en 1833 fuera anexionado por el Reino Unido, viven apenas 3.000 habitantes.
Nada más conocerse en junio que habría un referéndum, el Gobierno británico expresó de nuevo su apoyo a la autodeterminación de los malvinenses y su confianza en que ayude a convencer a la comunidad internacional de que Argentina no tiene argumentos para reclamar la soberanía.