Las tres ciudades presentan este lunes sus propuestas al Comité Olímpico Internacional, que debe analizar situaciones financieras, infraestructura y hasta riesgos de terremotos antes de tomar una decisión.
Acá se ponen sobre la mesa todos los factores: crisis financiera, probabilidad de terremotos, apoyo que da la población a la candidatura, montos de las inversiones, ubicación geográfica… El Comité Olímpico Internacional no deja nada al azar cuando se trata de analizar a los candidatos a organizar los Juegos Olímpicos de 2020, donde tres urbes se pelean el cupo: Madrid, Estambul y Tokio.
Este lunes 7 de enero los representantes de las ciudades llegarán a Lausana, en Suiza, para presentar las carpetas donde hacen su oferta al Comité Olímpico Internacional. Con este acto, la selección de la sede definitiva de los Juegos que sucederán a Río 2016 entra en su recta final, tras un recorrido que ha dejado a tres aspirantes en el camino: Doha (Qatar) y Bakú (Azerbaiyán), descartadas por el Comité, y Roma, que dio un paso al costado apremiada por la crisis financiera.
Se estudia todo
Desde 1981 que no había tan pocas ciudades en competencia. Esa vez postularon Seúl y Nagoya para hacerse cargo de la organización para el año 1988, que finalmente quedó en manos de la capital de Corea del Sur. Desde entonces, era norma que media docena o más urbes pelearan por organizar el evento deportivo más convocante del planeta.
Algo pasó esta vez. Quizás la crisis, quizás el desinterés. Como sea, ya con las propuestas a la vista, y tras meticulosos análisis, la votación final se realizará el 7 de septiembre en Buenos Aires, donde la asamblea general del COI decidirá quién se quedará con los Juegos de Verano 2020. Y cada una de las ciudades tiene pros y contras. Estambul, por ejemplo, debe bregar con un tráfico ya sobrecargado y con la cercanía a zonas de terremotos.
AFP.-